Por una vez, la expresión de sorpresa y perplejidad en el rostro de Rob Baan no ha tenido nada que ver con estar probando una planta nueva. El empresario ha visto reconocida su contribución a la horticultura con el premio Baanbrekend Award, una medalla de honor de plata y una gran fiesta sorpresa. "Le has puesto cara al sector", le dijeron.
Y llegó el momento de la sorpresa. Rob, por supuesto acompañado por su esposa Jolanda.
El año pasado, tras 25 años al mando, Rob Baan dejó la gestión de su empresa Koppert Cress en manos de su hijo Stijn Baan, y hace unos días, en una jornada llena de sorpresas, rememoró esta etapa. Los festejos comenzaron con un evento dedicado a la gastronomía holandesa en el que se hizo entrega del primer premio Baanbrekend Award, una iniciativa de la provincia de Holanda Meridional para las personas que ponen su corazón y su alma en la promoción de la comida sana en sus puestos de trabajo. El premio lo entregó la delegada Mariëtte van Leeuwen, que explicó que el premio se concedió a Rob Baan por sus años de compromiso para conectar a actores de diversos sectores. En sus palabras, "el chef, el médico, el agricultor y el horticultor".
Medalla de plata de honor del municipio de Westland
Más tarde ese mismo día, Rob recibió también una medalla de plata de honor del municipio de Westland durante una gran fiesta sorpresa y en presencia de cientos de invitados, tanto de su ámbito personal como profesional.
El premio le fue entregado por el alcalde Bouke Arends. "No solo has fundado una empresa de éxito, sino que también le has dado un rostro al sector. Un rostro que representa la salud, la sostenibilidad y el progreso. Has demostrado que la horticultura va mucho más allá de la mera producción; has creado un vínculo entre alimentación y salud y has demostrado que para Westland es importante el conocimiento, la innovación y el compromiso social".
Entrega de la medalla de honor de plata por Bouke Arends, alcalde de Westland
Para ilustrar su mensaje, Bouke rememoró una visita de trabajo a Koppert Cress, durante la cual Rob le hizo probar una planta joven. "Esto es salud en estado puro". Según Bouke, esto es algo que define a Rob, cuyo objetivo principal no es la promoción de un producto, sino el cumplimiento de una misión. Es una persona que ha llevado a un primer plano el debate sobre el papel de la alimentación en la sociedad y demostrado que la horticultura también tiene una responsabilidad social.
El Ayuntamiento de Westland subrayó que la concesión de la medalla de honor no tiene solo que ver con los logros de Rob como empresario, sino también con su papel como eslabón dentro y fuera del sector. Con la medalla, el municipio reconoce su contribución al posicionamiento de Westland como cuna del conocimiento.
Peter Oei, Bart van Meurs (Division Q) y Maurice Wubben
Wouter Kuiper, KUBO y An Beekenkamp, de Beekenkamp Plants
Esfuerzo conjunto
Durante un breve momento, Rob se quedó sin palabras ante tantos elogios, pero no tardó en agradecer a su equipo, su familia y al sector en su conjunto por su apoyo. "Ha merecido la pena", afirmó. Pero el trabajo aún no ha terminado. "Este debe seguir siendo un ámbito acogedor para niños, chefs y adultos. Tenemos que seguir promocionando la conexión entre salud y nutrición".
Y aunque Rob insinuó que le gustaría pasar más tiempo en el extranjero en el futuro, también expresó su compromiso de seguir implicado en su misión: impulsar la concienciación sobre la relación entre nutrición, estilo de vida y salud, y, por supuesto, el papel de la horticultura en todo ello. Pero antes, la fiesta: tras los discursos, los invitados se dirigieron al recinto del festival Cresstival, donde aún más empleados, tanto antiguos como actuales, se unieron a la celebración.
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Koppert Cress
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