¡Suscríbase a nuestra newsletter y manténgase al día con las últimas noticias!

Suscribirse Ya soy suscriptor

Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.

Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web.
¡Gracias!

Haga clic aquí para leer la guía de cómo desactivar su bloqueador de anuncios.

Sign up for our daily Newsletter and stay up to date with all the latest news!

Suscripción I am already a subscriber

Un productor holandés de rábanos continúa invirtiendo en el futuro

Un martes por la tarde de finales de abril, un camión verde aparca en el municipio de Oude-Tonge (Países Bajos). Bakker Barendrecht ha acudido a recoger unos rábanos del agricultor Ad Coolbergen. Nada fuera de lo habitual. Ad lleva años cultivando rábanos para Bakker Barendrecht, la empresa comercial que suministra a los supermercados Albert Heijn. La novedad es que, desde principios de este año, el apellido Coolbergen vuelve a adornar la fachada del almacén de envasado.

Ad Coolbergen.

Los rábanos de invernadero ya se habían cosechado aquel soleado día de abril, antes de que llegara el calor. Bakker Barendrecht suministra el producto a supermercados como Albert Heijn y Delhaize (en Bélgica). Ad lleva trabajando con estos retailers desde el año 2000. Su padre, Jan, fundó la empresa en 1963. En aquel momento, cultivaban tomates, judías y lechugas. Desde los años 90, el producto estrella es el rábano y, con 14 hectáreas de invernaderos, Coolbergen es un actor importante.

Hasta finales de 2024, Coolbergen formaba parte de Ortolanda, una sociedad que incluía una sucursal en Italia fundada por Ad y su hermano, Willem-Jan. El 1 de enero de 2025, Coolbergen recuperó su independencia. "Esto no lo habría visto venir hace tres años", admite Ad. "Pero la tercera generación está optando por tomar su propio camino, centrándose sobre todo en Italia. Está bien, pero he tenido que adaptarme un poco".

En Oude-Tonge, Ad lleva invirtiendo desde entonces en la ampliación y en una nueva línea de envasado. Se ha renovado el almacén y, desde un punto de vista organizativo, la empresa está preparada para el futuro. Jan ayuda cuando puede. La esposa de Ad, Mieke, presta su apoyo cuando es necesario, y sus hijas, Dionne y Maureen, han mostrado un sorprendente interés por el negocio familiar. Dionne está ayudando con la nueva imagen de la marca y el sitio web, y Maureen regresará a la región cuando termine sus estudios.

Coolbergen prevé cambios en el mercado. La demanda de rábanos en manojos está cayendo, mientras que los rábanos sueltos ganan terreno. "Ahora también ofrecemos un formato tricolor en envase termosellado que nos ha valido incluso un premio al Producto del Año", celebra Coolbergen. Se han sustituido algunas envasadoras para manojos de rábanos por líneas para rábanos sueltos, y está prevista la adquisición de una cuarta para el año que viene.

Aunque a Ad le preocupa el aumento de los costes energéticos —"Pasar de 3 a 2 m³ de gas por m² y año para nuestro cultivo no es realista"—, tampoco pierde el optimismo. "Los productores holandeses de rábano son innovadores; se las arreglarán".

Además de dirigir su empresa, Ad está entrenando para su tercer maratón en Nueva York en noviembre. "El objetivo es lograr un tiempo por debajo de las cuatro horas", concluye. Y al igual que en su negocio, también en esto es ambicioso, flexible y enérgico.

Para más información:
Coolbergen
[email protected]
www.coolbergen.com