La provincia de Almería y, en particular, la comarca de El Ejido, se posicionan como un referente de la agricultura intensiva en Europa. Con más de 30.000 hectáreas de cultivos protegidos, se destacan por su modelo agrícola que maximiza la productividad adaptándose a las condiciones climáticas del sudeste peninsular. Empresas como Inveurop han desempeñado un papel en esta transformación ofreciendo soluciones estructurales eficientes y sostenibles para el agricultor contemporáneo.
El entorno climático de Almería, caracterizado por alta radiación solar, baja precipitación y variaciones térmicas, favorece el cultivo protegido siempre que las estructuras controlen humedad, temperatura y ventilación con precisión. Los invernaderos actuales cumplen con la protección del cultivo y el aumento de la eficiencia energética. Las estructuras son diseñadas para ser resistentes al viento y se implementan materiales térmicos de durabilidad y sistemas de automatización que permiten un control microclimático exhaustivo.
La innovación estructural se convierte en una herramienta para asegurar la rentabilidad agrícola en un mercado competitivo y sometido al cambio climático. La evolución ha dado lugar a configuraciones complejas como multitúneles y sistemas de techos móviles, abordando necesidades concretas como cultivos voluminosos o mejoras en la ventilación y evacuación de condensación. Las empresas del sector no solo fabrican e instalan las estructuras, sino que también asesoran al agricultor en la planificación y elección del cultivo adecuado para la estructura.
La región de El Ejido se destaca en innovación agrícola debido a su alta densidad de explotaciones y nivel de profesionalización. La instalación de invernaderos aquí representa un proyecto estratégico para definir la productividad a medio y largo plazo. Actualmente, la venta de invernaderos en El Ejido es prioritaria para productores interesados en competir mediante tecnología estructural, adaptando catálogos según el tipo de cultivo y modelo de explotación.
El sector agrícola almeriense enfrenta desafíos de sostenibilidad como el uso eficiente del agua y la reducción del impacto ambiental. Los fabricantes de invernaderos responden mediante materiales aislantes para disminuir el consumo energético y estructuras listas para energía solar. La colaboración con centros de investigación busca anticiparse a los efectos del cambio climático mediante soluciones que mantengan el liderazgo agrícola regional.
El posicionamiento internacional de las empresas almerienses se ve reflejado en la exportación de estructuras a países con climas similares. Esto se logra gracias a la ingeniería adaptativa y el conocimiento del entorno.
Fuente: noticiasdealmeria.com