La discusión sobre la eventual reimplementación de aranceles al tomate mexicano crea tensiones políticas en Sinaloa. Antes de la reunión de la Comisión de Asuntos Agropecuarios, los legisladores debatieron el impacto de estos aranceles, previstos para el 14 de julio, como un asunto de geopolítica más que agrícola, requiriendo un tratamiento cuidadoso. Rodolfo Valenzuela, del partido verde, advirtió que un exhorto podría afectar las relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
Serapio Varga Ramírez de Morena reconoció la necesidad de apoyar a los horticultores sinaloenses, evitando que este apoyo se convierta en un boomerang político utilizado por Estados Unidos. Comentó con humor su temor a represalias como la retirada de su visa. La discusión partió de una propuesta de exhorto en respaldo a los productores sinaloenses ante el riesgo de un nuevo arancel del gobierno de Donald Trump.
Valenzuela ve poco probable que el arancel se concrete, mencionando que "el mercado estadounidense necesita el tomate mexicano". Irma Moreno, presidenta de la comisión, reconoció el tema como política exterior pero enfatizó el valor del apoyo del Congreso de Sinaloa al sector hortícola local.
La discusión trascendió lo económico, abarcando una dimensión diplomática que debe ser gestionada por la Presidencia y la Secretaría de Relaciones Exteriores, subrayó Vargas. Más de 15,000 horticultores podrían verse afectados si el arancel se aplica, representando un desafío para la economía estatal y su tendencia exportadora, que alcanzó 3,161 millones de dólares en 2024. Esto afectaría a Culiacán y Navolato de manera directa.
El dumping se refiere a la comercialización a precios por debajo del costo, práctica de la que productores de Florida han acusado a México por 30 años. Desde 2019, México y EE. UU. mantienen un Acuerdo de Suspensión sobre esta práctica, pero la posible eliminación del acuerdo podría implicar un impuesto del 20.91% al tomate mexicano en EE. UU.
Fuente: revistaespejo.com