El impacto de las heladas en el norte de Uruguay afecta la producción hortícola, según Erick Rolando, directivo de la Confederación Granjera del Uruguay (CGU). Mientras las temperaturas bajas presentan desafíos, los avances en cultivos protegidos han mitigado efectos climáticos adversos, permitiendo incluso el cultivo de tomates en el sur donde antes era improbable.
Rolando destacó que cultivos como cebollas y zanahorias enfrentan atrasos debido al frío, y si las temperaturas no suben a 15 °C, la cosecha podría retrasarse. Las heladas fuertes también representan una amenaza para las estructuras de invernaderos y los sistemas de riego pueden verse comprometidos si se congelan las mangueras, sobre todo en el norte si las bajas temperaturas persisten.
El impacto potencial en los precios debido al clima frío es una preocupación. Rolando sugirió que podrían verse afectados los precios de hojas como lechuga y acelga, aunque cebollas aún no enfrentan escasez crítica, soluciones importadoras podrían ser necesarias. Enfatizó la importancia de un subsidio al agua durante todo el año para respaldar el uso de riegos artificiales en la prevención de heladas.
Además, Rolando subrayó la preocupación por el nivel bajo de aguas subterráneas, planteando la necesidad de desarrollar infraestructuras pluviales para asegurar el abastecimiento de agua en caso de sequías. La incidencia de los precios de frutas y hortalizas en el IPC es del 5%, lo que sugiere que cualquier variación en precios podría repercutir en la inflación general.
En Santa Fe, Argentina, los productores están en alerta ante posibles daños a la producción debido al frío reciente. Carlos Otrino, presidente del Mercado de Productores y Abastecedores, reconoció efectos ya visibles en la producción de la zona, esperando para ver futuras evoluciones. Aunque actualmente los precios se mantienen razonables, se espera en los próximos días observar el impacto en la calidad de las verduras.
Fuente: diariolaopinion.com.ar