2025 se perfila como un año decisivo para la empresa belga Stoffels Tomaten, miembro de la cooperativa Growers United. Un año marcado por la expansión, la puesta en marcha de nuevas instalaciones y, sobre todo, por el tan esperado regreso de una de sus joyas más sabrosas: el tomate Toma'gusto.
Han pasado ya diez años desde que este tomate con personalidad propia debutó en el mercado, y tras una pausa obligada —provocada por la falta de variedades resistentes al virus ToBRFV—, por fin ha llegado el momento de su relanzamiento.
"El Toma'gusto es un tomate de calibre generoso pero con el sabor concentrado de un tomate cherry. Es un auténtico tomate de autor, complejo en cultivo. Cuando irrumpió el ToBRFV, las cosas se complicaron aún más, pero ahora disponemos nuevamente de una variedad resistente", anticipaba ya a finales del año pasado Max Verheijen, director comercial de la empresa.
El arranque de campaña no fue sencillo. "La escasa luz al inicio del ciclo dificultó que la planta mostrara un comportamiento suficientemente generativo. Nos tocó afinar mucho el manejo. Por suerte, el tiempo veraniego no tardó en llegar y con él, una evolución óptima y una calidad de fruto extraordinaria", explica Paul Stoffels.
"El Toma'gusto no es un tomate más", afirma Paul con convicción. "Su cultivo exige mimo, paciencia y mucha técnica. La planta, por naturaleza, da frutos poco uniformes, algo toscos a la vista, pero con un sabor excepcional. Guiarla para que también gane en estética es un auténtico desafío. Su rendimiento es inferior al de un tomate carnoso clásico, pero su sabor lo compensa con creces."
Al cortar un Toma'gusto, su esencia queda al descubierto: una estructura interna multisegmentada, típica de los tomates antiguos, y una gelatina verdosa que aporta ese sabor intenso y ligeramente especiado que lo distingue. Su morfología evoca claramente los tomates heirloom de otra época.
Del invernadero a la alta cocina
Los chefs de alto nivel no han tardado en redescubrir el potencial culinario de este tomate único. Durante los meses de verano, el Toma'gusto luce con orgullo en el menú de Maison Colette, donde el chef Thijs Vervloet, galardonado con dos estrellas Michelin, lo transforma en platos tan refinados como memorables.
Vervloet conoció la variedad en una visita a los invernaderos de Stoffels Tomaten. "Un buen tomate tiene que tener carácter, provocar algo en el paladar. El Toma'gusto lo tiene todo: es profundamente aromático y deja un retrogusto que permanece", afirma el chef.
La conquista del retail, sin perder su esencia
Mientras que los tomates convencionales se calibran por tamaño mediante un aro metálico, el Toma'gusto desafía esa lógica con naturalidad. Se presenta como es: auténtico. Por eso, se comercializa en coquetas cestillas de cartón donde conviven piezas algo más grandes con otras más pequeñas. "Aquí, lo único que pasa por el aro… ¡es el sabor!", bromean desde Stoffels Tomaten.
Con un nivel de Brix superior a 7, un peso por fruto que oscila entre 70 y 120 gramos y un diámetro de 35 a 65 mm, se comercializa en prácticas bandejas de 450 g, libres de plástico, con un diseño interior a cuadros rojos y blancos que evocan un mantel de picnic. Para el canal profesional, también hay disponibles cajas de 2 kg.
Desde abril de 2025, el Toma'gusto no solo brilla en las mesas de los mejores chefs: también ha comenzado a llegar —aunque en tiradas limitadas— a los lineales de algunas cadenas seleccionadas. La comercialización de toda la producción de Stoffels Tomaten está en manos de Growers United.
Actualmente puede encontrarse en enseñas como Carrefour, Okay, Intermarché, varias tiendas independientes de Delhaize y en fruterías gourmet de confianza. Además, desde Growers United confirman que también en los Países Bajos empieza a crecer el interés por "uno de los productos estrella" de la casa.
Para más información:
Stoffels Tomaten
[email protected]
www.stoffels-tomaten.be