A finales de mayo se recolectaron las primeras cerezas en el invernadero de la empresa Kers en Kiwi. Antiguos productores de flores ornamentales, la pareja holandesa René y Gerda Arkesteijn dejó atrás la producción de amarilis en plena crisis energética. "Lo que empezó como una afición, se transformó rápidamente en un proyecto a gran escala", cuenta René con una sonrisa. Hoy, el invernadero de 9.000 metros cuadrados está lleno de cerezos y plantas de kiwi.
"El año pasado apenas tuvimos unas pocas cerezas. Este año ya hay muchas más." En total, cultivan once variedades diferentes, cada una con su propio carácter y perfil de sabor. Entre las principales destacan Areko, Sweet Aryana y Prim3.1.
Tanto los cerezos como las plantas de kiwis tardan unos siete años en alcanzar su plena producción. Después de dejar la floricultura, René viajó a Italia y trajo sus primeras plantas de kiwi. Eligió la variedad verde Actinidia deliciosa Hayward.
Kiwi bajo invernadero: un cultivo poco común
Este último invierno, por primera vez, la pareja cosechó algunos kilos de kiwis. Se vendieron localmente, directamente desde la finca, entre diciembre y principios de febrero. "Esto de cultivar kiwis es totalmente nuevo para nosotros", explica René. La venta directa les permite medir el interés de los consumidores y adaptar el enfoque. "Vamos aprendiendo sobre la marcha, buscando nuestro propio camino. En Países Bajos hay otros productores de kiwi, pero todos cultivan al aire libre. El cultivo bajo invernadero es otro mundo."
Árboles de kiwi en el invernadero a principios de abril
Para aprender de los mejores, René y Gerda viajaron en 2023 a Nueva Zelanda, donde el kiwi es una potencia agrícola. Desde entonces, mantienen contacto regular con un productor de allí.
Las ventajas del invernadero
Más de la mitad del invernadero está ahora dedicado al cultivo de kiwis, mientras que las cerezas ocupan poco menos de 3.000 m². Aunque en los Países Bajos ya se cultivan cerezas bajo invernadero, en esta zona sigue siendo algo inusual. "Formo parte de un grupo de estudio con otros ocho productores de cereza en invernadero. Incluso tenemos asesoramiento técnico. Los miembros estamos repartidos por todo el país."
Una de las grandes ventajas del cultivo protegido es la precocidad: "Las cerezas de invernadero se cosechan cuatro semanas antes que en exterior. Aunque este año, con el buen tiempo, el cultivo al aire libre también va a toda velocidad."
Un entorno más protegido… también frente a plagas
En el grupo de estudio se habla mucho de la Drosophila suzukii, conocida como la mosca de las alas manchadas, una amenaza creciente para los fruticultores. Sin embargo, en los invernaderos de René y Gerda, esta plaga aún no ha dado señales de vida.
"No estamos en una zona habitual de cereza, eso juega a nuestro favor. Además, al estar en invernadero, la Drosophila suzukii lo tiene difícil: no vuela alto, y no entra fácilmente. Por suerte, nosotros no hemos tenido problemas", dice René mientras toca madera.
Foto derecha: árboles de kiwi en flor, a finales de abril
Para dar a conocer sus productos, René y Gerda se han volcado en la comunicación. Han creado una página web y están muy activos en Facebook, donde comparten imágenes, novedades y curiosidades del día a día. En una publicación, por ejemplo, muestran sus colmenas: "También nos hemos metido a apicultores", dicen con orgullo.
Para más información:
Kers en Kiwi
[email protected]
www.kersenkiwi.nl