"Los productores necesitan saber que hay un tercer actor internacional en el mercado. Tenemos una gran calidad, experiencia internacional y una de las instalaciones más modernas de Europa", afirma Kyrylo, Director de Ventas de Begrow.
En el sector mundial de los invernaderos, donde las opciones de sustratos de lana de roca de alta calidad han sido limitadas durante mucho tiempo, Begrow da un paso adelante con más de 20 años de experiencia y unas instalaciones de vanguardia. Esta empresa familiar se está consolidando como el tercer actor en un mercado históricamente dominado por otras dos grandes compañías.
De Ucrania al mundo: Una huella mundial creciente
Fundada en Ucrania, Begrow comenzó su andadura centrándose en los sustratos profesionales para horticultura. Ahora, la empresa exporta a más de 30 países de Norteamérica, Europa, Asia, Oriente Medio y Australia.
"Debido a la guerra, abrimos otra instalación en Turquía en 2022, que ahora es nuestra instalación principal. Eso estabilizó nuestras operaciones y nos permitió escalar."
Ahora, Begrow planea su tercera planta de producción para estar más cerca de sus principales clientes. Aunque los detalles permanecen en secreto, Dmytro Yakymakha, CEO de Begrow, confirma que será en los próximos 12 a 18 meses.
Productos a medida para cada tipo de cultivo
Begrow está especializada en cubos, placas y tapones de lana mineral diseñados para sistemas hidropónicos. Su línea de productos es compatible con una amplia gama de cultivos, como hortalizas, flores y cannabis.
Sus cubos y losas están diseñados para soportar un fuerte crecimiento vegetativo y generativo en cultivos como tomates, pepinos y pimientos.
"Las hortalizas fueron nuestro punto de partida", explica. "Ofrecemos diferentes configuraciones tanto para sistemas de invernadero tradicionales como para granjas verticales, especialmente para verduras de hoja verde y ensaladas".
Begrow también desarrolla sustratos para cultivos de floración de ciclo largo, como rosas y gerberas. "Para las rosas, diseñamos losas que aguantan hasta cinco años", explica. "Para las herbáceas, suelen ser tres años, y ofrecemos cubos de lana de roca pura sin lámina, diseñados para colocar en macetas".
Los productores de cannabis, especialmente los que trabajan en interior, encontrarán la innovación de Begrow especialmente relevante. La empresa lanzó recientemente su cubo de estructura en S, un diseño especializado para una mejor distribución de nutrientes.
"Los cultivadores de cannabis de interior nos dijeron que tenían problemas con las puntas secas en el cubo. Así que diseñamos la estructura en S. Distribuye las fibras de pared a pared. Distribuye las fibras de pared a pared, reteniendo los fertilizantes justo donde el cultivo los necesita, especialmente en la parte superior."
El cubo de 150×150×142 mm ya es el tamaño más popular entre los cultivadores estadounidenses y canadienses. "Es un equilibrio perfecto entre la gravedad y el acceso a los nutrientes. No verás gotear el agua a menos que inclines el cubo: así de bien retiene la humedad."
Flexibilidad de la empresa: algo más que los productos
Como empresa familiar, Begrow mantiene una agilidad de la que suelen carecer las grandes corporaciones. "Producimos tamaños especiales que nadie más hace", añade Dmytro. "Tenemos losas de 200×250×100 mm, es algo intermedio entre un cubo y una losa. Es raro, pero cuando un cultivador lo necesita, se lo suministramos".
Esta flexibilidad se extiende a los volúmenes de producción, la logística de envío y los plazos de desarrollo de productos.
Estabilidad, calidad y confianza
Una razón importante por la que los cultivadores eligen la lana de roca es la consistencia. Según Kyrylo, Begrow destaca en este aspecto.
"La lana de roca es el sustrato hidropónico más estable del mundo", afirma. "No hay saltos de EC o pH. Si lo compras hoy y lo vuelves a comprar dentro de un año, es la misma calidad, sin novedades."
Begrow también admite combinaciones con otros sustratos.
"Algunos cultivadores colocan nuestros cubos sobre placas de coco o los integran en sistemas mixtos. Funciona, siempre que el cultivo sea fuerte y adecuado".
Retos: reciclaje y logística
Aunque la calidad del producto se mantiene estable, el reciclaje de la lana de roca es un reto constante en todo el sector.
"La lana de roca está hecha de piedra basáltica, por lo que es inerte y no tóxica", explica. "El verdadero problema es lo que le echan los cultivadores: fertilizantes, aditivos. Eso es lo que hace complejo el reciclaje".
La logística es otro factor, sobre todo en los envíos internacionales. "El transporte puede ser complicado en algunas regiones, pero estamos trabajando activamente para mejorar nuestra red de distribución con nuestra próxima tercera instalación".
"No somos una gran corporación", concluye Dmytro. "Trabajan directamente con nosotros. Cuando los cultivadores llaman, hablan con la gente que fabrica el producto, no con un departamento de ventas cinco niveles por encima."
Para más información:
Begrow
[email protected]
begrowsubstrate.eu