El calor aprieta y todo apunta a que las próximas semanas seguirán en la misma línea. Tanto los informes climáticos de años recientes como las proyecciones meteorológicas a largo plazo confirman una tendencia clara: incluso en los Países Bajos, los episodios prolongados de calor y sequía son cada vez más frecuentes. Ante este panorama, un número creciente de productores recurre a sistemas de climatización en el invernadero, y entre las soluciones más implantadas destaca la nebulización a alta presión.
Calor seco, aire denso: condiciones que desafían al cultivo
"Esta primavera ha sido especialmente seca y cálida. En este tipo de situaciones, si se logra reducir la temperatura, aumentar la humedad relativa y conservar el CO₂ dentro del invernadero, se puede impulsar de forma notable el desarrollo del cultivo", explica Rob Kwinten, asesor en MJ-Tech, firma especializada en sistemas de nebulización. "El efecto clave de la nebulización es que los estomas de la planta permanecen abiertos, lo que permite mantener activa tanto la transpiración como la absorción de CO₂."
En ensayos comparativos entre zonas con y sin nebulización, se ha comprobado que, durante los días calurosos, las plantas sometidas a nebulización mantienen una temperatura foliar más baja. Además, en los días posteriores, también presentan mayores tasas de transpiración.
Rob destaca que la evolución técnica ha hecho que los sistemas de MJ-Tech sean mucho más versátiles. "Antes se creía que era necesario nebulizar al menos 15 segundos para que funcionara. Hoy sabemos que no es así. Aplicando pequeñas dosis de humedad a intervalos más cortos, se consigue un control del microclima mucho más preciso y no es necesario ventilar tanto, por lo que se conserva más cantidad de CO₂ en el invernadero. Una doble ventaja."
De 38 °C a 32,5 °C: la diferencia es real
Marcel Huibers, especialista en pepino en BASF | Nunhems, conoce de primera mano esta tecnología desde su etapa en Hortus in Futuro (Maasbree), uno de los primeros cultivos de pepino que apostaron por un sistema de nebulización de MJ-Tech. "Recuerdo perfectamente días en los que afuera superábamos los 38 °C, y sin embargo, dentro del invernadero no pasábamos de 32,5 °C. Es una diferencia muy significativa."
Desde entonces, muchos productores de pepino han seguido el mismo camino. Y es lógico: hablamos de un cultivo con hojas grandes y estomas muy sensibles al estrés hídrico. Mantener la planta activa es esencial. Aun así, sigue habiendo cierta cautela. Algunos temen que el exceso de humedad genere plantas "pasivas", que transpiren menos.
"Ese temor viene de tiempos pasados, cuando se creía que había que nebulizar al menos 15 segundos sí o sí", aclara Rob. "Hoy la nebulización se adapta al clima, al cultivo y a la estrategia de cada productor. Esa flexibilidad amplía mucho la ventana de uso a lo largo del año. Si el clima está seco, bastan 5 segundos de nebulización para aportar algo de humedad, reducir la necesidad de ventilación y equilibrar el ambiente sin saturarlo."
Marcel lo resume con claridad: "El objetivo de la nebulización es activar la planta, no sustituir su función fisiológica. Queremos que transpire más, no menos." La clave está en aportar la humedad justa para modificar el microclima, sin llegar a mojar la planta. "El agua debe evaporarse antes de llegar a la hoja. Esa evaporación es la que genera el efecto de enfriamiento."
Para ilustrarlo, Marcel lo compara con una ducha: "Mientras estás dentro de una cabina cerrada, no sientes frío. Pero al salir, con menor humedad en el ambiente, el agua sobre la piel se evapora rápidamente, lo que consume energía y te hace sentir frío. Lo mismo ocurre en el invernadero: no se trata de tener las plantas mojadas, sino de crear un entorno donde la evaporación del agua suspendida enfríe el aire."
Por eso, ajustar el sistema es fundamental. Cuanto más alto es el invernadero, más tiempo pueden durar los impulsos, siempre y cuando se asegure que la humedad se evapore completamente antes de alcanzar la planta.
Más allá del enfriamiento: ventajas adicionales
Según Marcel, mantener la temperatura foliar baja tiene otra ventaja práctica: permite retrasar el cierre de la pantalla térmica, lo que da más margen en la gestión energética.
También observa una tendencia creciente: "Cada vez más invernaderos de pepino están protegidos con mallas antiinsectos. Eso limita la capacidad de ventilación natural, y ahí la nebulización es una herramienta clave para compensar."
En paralelo, los sistemas de riego desde el techo van cayendo en desuso. Son menos precisos, requieren más agua y pueden representar un riesgo si el agua utilizada no ha sido correctamente tratada. Además, estos sistemas exigen grandes volúmenes de agua justo en momentos en que los embalses tienden a vaciarse por la escasez.
Otro aspecto que cada día gana más relevancia es la retención del CO₂, tanto por motivos de sostenibilidad como por los altos costes del gas. "Conservar el CO₂ en el invernadero es fundamental. Si puedes ventilar menos gracias a la nebulización, mejoras considerablemente la eficiencia del uso del CO₂", señala Marcel.
Rob coincide: "Y si mantienes niveles altos de CO₂, puedes aprovechar mucho mejor la luz disponible. Cuando la planta dispone de luz suficiente, buena humedad y CO₂ en suficientes cantidades, puedes llevar la fotosíntesis a su máximo rendimiento."
Para más información:
Rob Kwinten
MJ-Tech
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www.mjtech.nl