El Ayuntamiento de Madrid implementa un control biológico de plagas en zonas verdes, viveros municipales y arbolado urbano mediante la suelta de insectos beneficiosos, tal como informó Borja Carabante, delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad. Esta técnica, utilizada desde 2005, es un método ecológico que evita el uso de productos químicos, preservando así el entorno y la salud pública.
El control biológico consiste en introducir organismos vivos que depredan a insectos plaga, restaurando el equilibrio natural. En parques y jardines madrileños, se aplican técnicas para combatir plagas como el pulgón, cochinilla, mosca blanca y ácaros, así como amenazas para especies específicas como el tigre del plátano y la procesionaria del pino.
Para el pulgón, se emplean parasitoides como las avispas parásitas y depredadores como las mariquitas. Estos insectos se liberan en áreas afectadas mediante cajitas de suelta. Carabante observó este proceso en el Invernadero de Arganzuela, donde también se gestionan otras plagas como la cochinilla algodonosa y las arañas rojas.
El análisis previo define un protocolo de actuación que incluye determinar las especies a tratar y los insectos beneficiosos necesarios. Se utilizan técnicas estadísticas para evaluar la efectividad del tratamiento, y la serie histórica muestra una creciente población de insectos beneficiosos, propiciando un reequilibrio natural.
Además de los insectos, Madrid emplea métodos como trampas adhesivas, cromáticas y de feromonas, así como jabones potásicos y fitofortificantes. Estas prácticas cumplen con la normativa europea y protegen las plantas de la toxicidad de los pesticidas, evitando la resistencia a estos productos y la contaminación del suelo.
Fuente: madrid.es