La agricultura enfrenta desafíos debido al crecimiento poblacional, el cambio climático y la escasez de recursos. Para 2026, la innovación se centrará en sostenibilidad, seguridad alimentaria y precisión. A continuación, se describen diez tendencias que impulsan esta transformación en el mundo.
En bioingeniería, la modificación genética y CRISPR mejoran cultivos, aumentando su resistencia a sequías y plagas, contribuyendo a la seguridad alimentaria, con 295,3 millones de personas enfrentando hambre aguda en 53 países.
La robótica y automatización agrícola cubren una brecha laboral anual de 2,4 millones, utilizando tractores autónomos, drones y pulverizadores guiados por IA para mejorar productividad y precisión.
La trazabilidad de cultivos se vuelve esencial con una de cada diez personas enfermando por alimentos contaminados. Tecnologías como blockchain, rastreo de ADN e IoT aseguran transparencia y reducen el desperdicio de alimentos.
Con el 90% de la superficie terrestre proyectada a degradarse para 2050, la agricultura regenerativa adopta prácticas como la agricultura sin labranza, cultivos de cobertura y agricultura de carbono. Se espera que el mercado crezca con un TCAC de 15,97% alcanzando los 5,770 millones de dólares en 2034.
La agricultura de interior responde al alto estrés hídrico que afecta a una cuarta parte de los cultivos. Soluciones como la agricultura vertical y la hidroponía están en aumento, con startups desarrollando granjas conectadas y sistemas de control climático.
El mapeo agrícola mediante tecnología geoespacial permite monitoreo en tiempo real y evaluación del suelo. El mercado de mapeo agrícola podría alcanzar los 7,700 millones de dólares para 2035, con un TCAC del 2,9%.
En agricultura predictiva, se espera que más del 60% de las grandes explotaciones adopten software basado en IA. Estos modelos pronostican rendimientos, plagas y mantenimiento de equipos. La adquisición de Blue River por John Deere destaca la inversión en IA agrícola.
La agricultura de carbono, frente al 11% de las emisiones de GEI de la UE, adopta prácticas como el biocarbón. El mercado podría crecer con un TCAC del 11,58% hasta 2028.
Los gemelos digitales permiten simulaciones de cultivos y agricultura de precisión, mientras el sector busca aumentar la producción de alimentos un 70% para 2050.
Finalmente, los biofertilizantes avanzados, como los nanobiofertilizantes, pueden reducir la dependencia de productos químicos. El mercado de biofertilizantes se proyecta que alcance los 4,710 millones de dólares en 2034.
Fuente: opia.fia.cl