La campaña 2025 del tomate en Extremadura se perfila como una de las más negativas de los últimos años, con un fuerte descenso en rendimiento y rentabilidad. Según La Unión Extremadura, la combinación de lluvias en primavera, calor extremo en verano y precios por debajo de los costes de producción provocará pérdidas estimadas de 72,52 millones de euros.
La organización pide a la Consejería de Agricultura la evaluación oficial de daños y la aprobación de un Decreto Ley de indemnización, en aplicación del Reglamento (UE) 2024/3242.
Las lluvias retrasaron las labores de plantación y trasplante, mientras que las olas de calor en floración y maduración afectaron al cuajado y desarrollo del fruto. Las plantaciones tempranas, normalmente las más productivas, fueron las más perjudicadas.
El rendimiento medio de esta campaña se estima entre 65 y 70 toneladas por hectárea, para una producción total regional de 1.413.000 toneladas, muy por debajo de las 1.880.000 contratadas. Esto supone una reducción de más de 467.000 toneladas, casi un 25% menos.
Con 20.185 hectáreas cultivadas, los ingresos previstos rondan los 155,43 millones de euros, frente a unos costes de producción de 227,95 millones. El coste medio real asciende a 161,32 €/tonelada, pero el precio medio pagado se sitúa por debajo, lo que, según La Unión, vulnera la Ley de la Cadena Alimentaria.
La Unión critica un estudio de Cooperativas Agroalimentarias de Extremadura que fijaba el coste de producción en 114,70 €/tonelada, basándose en un rendimiento excepcional de 2024 (98,41 t/ha) y sin considerar la media de las últimas cinco campañas. Aseguran que este dato ha perjudicado a los agricultores en plena negociación con la industria transformadora.
La crisis de 2025 evidencia el riesgo económico que afrontan los productores cuando coinciden fenómenos climáticos extremos y precios injustos. La Unión advierte que la viabilidad de muchas explotaciones está en juego y reclama medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del sector y la protección del agricultor en la cadena agroalimentaria.
Fuente: agronewscastillayleon.com