Los días en los que el productor de tomates Kevin Pittoors, de la empresa belga Primato, se despertaba en plena noche para conectarse al sistema y ajustar los parámetros del invernadero han quedado atrás. Sin embargo, su pasión por perfeccionar el arte del cultivo del tomate sigue tan viva como siempre. El diario belga De Tijd visitó la empresa productora, en la localidad de Putte, donde Kevin habló abiertamente sobre su oficio, las tecnologías que lo acompañan y la ambiciosa expansión que está emprendiendo.
Primato se prepara para duplicar su superficie de cultivo, gracias a la construcción de un nuevo invernadero de 11,7 hectáreas que comenzará a funcionar en enero de 2026.
En la entrevista, Kevin reveló su nivel de implicación hasta en los más mínimos detalles: "Pasé semanas seleccionando el mejor vidrio posible. Los proveedores acabaron hartos de tantas preguntas. Finalmente, optamos por un cristal con la mayor transmisión de luz disponible, del mismo tipo que se utiliza en los paneles solares. Además, empleamos perfiles de acero ultrafinos en la estructura del invernadero. Es más caro, sí, pero permite que entre todavía más luz. La luz solar es gratis, y al final, es lo que impulsa el crecimiento y la producción. Puede que seamos un poco obsesivos, pero en este sector, los pequeños detalles marcan grandes diferencias."
Según De Tijd, varios productores de tomate están actualmente en plena fase de expansión gracias al apoyo de fondos de inversión. Pero Primato ha decidido tomar un camino distinto. Pittoors sigue creciendo de manera independiente. El año pasado, la empresa alcanzó una facturación de 20 millones de euros y un beneficio neto de 5,5 millones, aunque parte de este resultado se debió a ingresos extraordinarios. Kevin ya adelanta que los márgenes serán "sensiblemente más bajos" en los próximos años, aunque prevé que la actividad seguirá siendo rentable de forma saludable.
También pone sobre la mesa una realidad que afecta a buena parte del sector: "No todos los agricultores están en la misma situación. Algunos lo están pasando mal, sobre todo porque la edad media del productor está subiendo, y en muchos casos no hay relevo generacional. Otros siguen trabajando con invernaderos obsoletos y no se atreven a invertir en instalaciones modernas."
Kevin, por el contrario, representa ese perfil de agricultor con mentalidad emprendedora que no solo quiere mantenerse en pie, sino avanzar sin pausa.