Un caso raro de "evolución inversa" en los tomates silvestres de las Islas Galápagos desafía las teorías tradicionales sobre el amargor, la toxicidad y la resiliencia de los cultivos. En las nuevas islas formadas por actividad volcánica, Solanum cheesmaniae desarrolla perfiles moleculares similares a sus ancestros. Según Adam Jozwiak, profesor adjunto de bioquímica molecular en la Universidad de California-Riverside, este fenómeno ofrece un posible camino para fortalecer las defensas del tomate en un contexto de presión de plagas y menor uso de pesticidas.
Jozwiak explica que, aunque los fitomejoradores han reducido el amargor en los tomates comerciales para crear variedades más dulces, este proceso pudo haber comprometido la inmunidad natural de las plantas. En los cultivos comerciales, la reducción de compuestos glicoalcaloides esteroidales (SGA) es común, ya que estos químicos protegen a la planta de amenazas externas.
Los tomates de Galápagos presentan una estereoquímica no vista por millones de años, comparables a compuestos en berenjenas. Solo se requieren cuatro cambios de aminoácidos para revertir a esta firma química ancestral, un descubrimiento considerado clave por investigadores como Jozwiak: "El hecho de que solo cuatro cambios de aminoácidos en la enzima GAME8 puedan cambiar la estereoquímica de estos compuestos demuestra lo preciso y específico que puede ser este tipo de manipulación de rasgos".
Esta manipulación podría permitir la llamada "química vegetal de diseño". Así, los fitomejoradores podrían balancear resistencia a plagas, sabor y vida útil de los cultivos. Sin embargo, Jozwiak advierte sobre el potencial riesgo de toxicidad de los SGA: "Cualquier aplicación comercial debería controlarse con precisión y someterse a rigurosas evaluaciones regulatorias de seguridad".
Además del tomate, otros cultivos de solanáceas como papa y berenjena también defienden sus sistemas con SGA. Manipular su biosíntesis podría promover variedades resistentes. No obstante, el desafío radica en encontrar el equilibrio entre sabor, seguridad y resiliencia. "Es necesario encontrar un equilibrio entre sabor, seguridad y resiliencia", señala Jozwiak.
Las Galápagos ofrecen un entorno único que podría no replicarse en otras regiones. Aquí, la estabilidad del rasgo de reversión se atribuye a la presión selectiva local. Distribuir este rasgo en cultivos comerciales plantea un reto debido al riesgo de flujo genético. "Existe la posibilidad de flujo genético a través de la polinización", puntualiza Jozwiak.
Pese a los retos, esta línea de investigación podría permitir la reducción de pesticidas sintéticos y los costos asociados, además de apoyar la sostenibilidad del ecosistema. Jozwiak concluye que el amargor podría ser redescubierto como una herramienta para la defensa vegetal, no simplemente como un defecto.
Fuente: seedworld.com