Martín Dutto, horticultor de Santa Lucía, detalló en Radionord la situación del sector, influenciada por factores climáticos, enfermedades y altos costos que complicaron la producción.
"Fue una campaña muy húmeda y eso afectó la calidad del tomate. La fruta correntina llegó al mercado con algunos problemas postcosecha. Todo esto, sumado a una enfermedad que nos viene complicando desde hace tiempo, hizo que esta temporada sea muy difícil", explicó Dutto.
La preocupación principal del sector es el virus rugoso del tomate, una enfermedad altamente transmisible que afecta el cultivo. "Es un virus que se transmite por el manipuleo. La planta de tomate requiere muchas labores culturales y al tocar una planta infectada, el virus pasa fácilmente al resto. Cuando aparecen los primeros síntomas, en poco tiempo el productor puede perder todo el lote", advirtió Dutto.
Ante esto, algunas semilleras han comenzado a introducir variedades más tolerantes al virus. Sin embargo, la adaptación presenta desafíos. "Estamos aprendiendo a manejarlas, pero no es lo mismo. Tienen menor vida postcosecha, piel más débil y requieren técnicas distintas. Todo esto obliga al productor a adaptarse rápidamente, y muchas veces implica levantar el cultivo antes de tiempo y reiniciar el ciclo, con el alto costo que eso conlleva", señaló Dutto.
El balance económico es problemático. Según Dutto, la mayoría de los productores no cubrió los costos de insumos adquiridos a crédito. "Veníamos con buenas expectativas, pero la campaña fue durísima. Muchos productores ni siquiera lograron juntar lo suficiente para pagar lo que deben a las agroquímicas. Ahora nos queda un 'changüí' hasta octubre o noviembre, que es cuando empieza a entrar producción de otras zonas. Ahí damos por finalizado el ciclo productivo del año", concluyó el productor.
Fuente: continentalcorrientes.com