En la provincia de Camagüey, se está introduciendo el uso del humus de lombriz como fertilizante agroecológico, con el fin de fortalecer la capa vegetal del suelo y mejorar los rendimientos agrícolas. Esta práctica se dirige a incrementar la productividad de los cultivos y fomentar un mejoramiento del ecosistema a través de prácticas agrícolas más sostenibles con el medio ambiente.
El movimiento agroecológico en Camagüey toma apoyo de una sólida base de organización y capacitación. Más de 290 facilitadores y tres mil promotores, pertenecientes a la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños y la Asociación de Técnicos Agrícolas y Forestales de Camagüey, participan activamente en la divulgación de medidas que protegen y recuperan la calidad del suelo.
El humus de lombriz, al ser un fertilizante natural, ayuda a conservar la humedad del suelo, favoreciendo el desarrollo de las plantas. Además, desempeña un papel en la desintoxicación de suelos contaminados por químicos, mientras contribuye a un ambiente más equilibrado, facilitando la absorción de nutrientes esenciales como potasio, magnesio, fósforo y calcio.
En la región también se implementan otras prácticas, como el uso de abonos orgánicos, compost, residuos de cosechas, microorganismos naturales y estiércol animal, integrándose en las acciones habituales para preservar las plantaciones de viandas, hortalizas, granos y frutales en condiciones óptimas.
Estas acciones no solo promueven la mejora de la salud del suelo y la producción agrícola, sino que también elevan la conciencia ecológica entre los productores y las comunidades rurales. Camagüey avanza hacia una agroecología sostenible y resiliente, adoptando prácticas que protegen el suelo, incrementan los rendimientos y contribuyen a la conservación del ecosistema.
Fuente: cadenagramonte.cu