Nacido en primavera en un canal confidencial de Telegram, el movimiento "Bloqueémoslo todo" se inició por parte de un pequeño grupo de asociaciones del norte de Francia, "Les Essentiels", que inicialmente llamaron al "autoconfinamiento generalizado": no trabajar, no consumir, quedarse en casa para "paralizar el país". A medida que avanzaba el verano, los llamamientos cobraron fuerza, en Facebook, X, TikTok y otras redes. El objetivo se amplió para incluir huelgas generales, manifestaciones y bloqueos de lugares estratégicos. Sin estructura sindical ni política al principio, el movimiento se definió como horizontal, como los chalecos amarillos, pero varios partidos de izquierdas (LFI, PS, EELV, PCF) y diversos sindicatos (CGT Commerce et Services, Solidaires, Confédération paysanne) no tardaron en sumarse a la convocatoria. Por su parte, la FNSEA aprovechó su rueda de prensa de vuelta al cole para anunciar que no participaría en esta jornada, mientras preparaba una movilización agraria "para finales de otoño". En este contexto, ¿cuáles podrían ser las consecuencias para el sector de las frutas y verduras?
⏳ J-5 AVANT LE #10septembre
🚨 CE JOUR-LÀ, LE PAYS S'ARRÊTE.
MAIS ATTENTION : CE NE SERA PAS QU'UN JOUR.
🔥 CE SERA LE DÉBUT D'UNE VAGUE QUI NE S'ARRÊTERA PAS.
ILS NE POURRONT PLUS NOUS IGNORER.
👉 MERCI DE PARTAGER MASSIVEMENT.
TOUS, PARTOUT, ENSEMBLE.
1/8 pic.twitter.com/p2SDywWEhU
— Bloquons Tout ! - 10 Septembre 2025 (@bloquonstout) September 5, 2025
"Estaciones, puertos, aeropuertos [...] y el MIN de Rungis
El ministro del Interior francés, Bruno Retailleau, ha pedido a los prefectos que impidan "cualquier intento de bloqueo de infraestructuras esenciales para la vida de la nación, que deben ser desbloqueadas sistemáticamente lo antes posible". Según una nota de la inteligencia territorial consultada por Le Parisien, las protestas podrían adoptar la forma de "bloqueos y ocupaciones de locales, más que de manifestaciones tradicionales en la vía pública, poco populares entre los manifestantes". Los objetivos potenciales incluyen estaciones, puertos, aeropuertos, carreteras principales, centrales eléctricas, depósitos de petróleo, plataformas logísticas y centros de abastecimiento estratégicos, como el mercado de interés nacional de Rungis.
El puerto de Le Havre está marcado en el mapa de la movilización. Los aeropuertos también están en la línea de fuego. El sindicato Sud Aérien convoca huelgas y bloqueos de plataformas.
El sector de la distribución también está en alerta. Como informa LSA, la CGT Commerce et Services llama a intensificar las acciones el 10 de septiembre en un gran número de marcas de restauración colectiva (Flunch, Elior, Sodexo, Sysco), así como en marcas como Carrefour. Aunque todavía se desconoce la magnitud de los paros, a los bloqueos logísticos podrían añadirse perturbaciones locales.
Un movimiento difícil de predecir
Sigue siendo difícil predecir si la jornada adoptará la forma de una movilización simbólica o de un auténtico parón para la economía, ya que los contornos del 10 de septiembre siguen sin estar claros. Se están haciendo llamamientos a nivel local, a través de las redes sociales y de mensajes cifrados (Telegram, Signal) "para organizar una huelga allí donde sea posible". Mapas interactivos (como el de arriba, de la web indignonsnous.fr) enumeran los puntos de concentración y las acciones previstas. Concentraciones, bloqueos, peajes gratuitos: hay muchas formas de actuar, pero nada está definido oficialmente. Esta falta de coordinación hace que el escenario sea imprevisible.