La permacultura se propone como un modelo sostenible para transformar el paisaje productivo en Costa Rica. Más allá de una técnica agrícola, ofrece un sistema de diseño y gestión de recursos naturales, trabajando en sintonía con la naturaleza para beneficiar tanto a las comunidades como al entorno.
El modelo busca enriquecer la tierra para el uso humano y natural. Mediante la observación y comprensión de recursos renovables como el sol, el agua, el viento y la tierra, se diseña un sistema único que puede generar alimentos o energía. Cris Rojas, guía de permacultura, comenta: "Es un método de diseño paisajístico y ecológico a partir de un método cultural, donde nosotros trabajamos con los recursos naturales y no en contra de ellos".
El australiano David Holmgren, cofundador de la permacultura, definió doce principios del modelo que actúan como "herramientas de pensamiento", útiles para rediseñar creativamente el entorno y comportamiento en un mundo con menos energía y recursos.
En Costa Rica, la Reserva Natural Valle Escondido en Monteverde aplica estos principios combinando una reserva de diecisiete hectáreas con una granja orgánica. Según Rojas, Costa Rica, "con su riqueza natural y tradición en políticas ambientales, ofrece un escenario adecuado para aplicar la permacultura en desarrollo rural y producción sostenible".
La reserva emplea pequeños invernaderos, llamados Tubo de Jonah, hechos con neumáticos reciclados, y utiliza agua de lluvia recolectada para fertilizar plantas.
¿Qué es esto? Un tubo de Jonah es un mini invernadero perfecto para espacios pequeños, construido con materiales reciclados o en desuso como láminas de zinc y llantas de camiones. Esta estructura está diseñada para proteger los cultivos de las condiciones ambientales extremas que caracterizan áreas como Monteverde.
Dentro del tubo de Jonah, el suelo se enriquece con compost, bokashi, ceniza, cáscaras de arroz y microorganismos. Este suelo rico en nutrientes se cubre con mulch para proteger a las plántulas jóvenes de la deshidratación. Al usar estos materiales y métodos, el tubo Jonah crea un ambiente controlado que favorece el crecimiento saludable de las plantas.
Rojas explica: "El agua de lluvia la utilizamos para poder regar algunas de nuestras green houses y también reutilizamos las aguas grises como lo que es la lavandería y las aguas que vienen de la cocina para filtrarlas. Con eso también regamos todos nuestros jardines aromáticos".
Los cultivos en la reserva son orgánicos y libres de pesticidas: "Somos libres de pesticidas, de herbicidas, de fungicidas y lo ofrecemos en nuestro restaurante orgánico, es decir de la granja a la mesa", explicó Rojas. También se implementan ecotécnicas como la utilización de la mosca soldado, transformando residuos orgánicos en compost, mitigando la generación de gases de efecto invernadero.
Rojas enfatiza que la permacultura no debe limitarse al diseño de paisajes productivos. Sugiere: "Tenemos que ampliar un poco más el concepto y no verlo solo como un método de diseño, sino un estilo de vida. Y cómo se puede lograr, siguiendo algunos de los principios y valores éticos en nuestro día a día. Desde cuidar la tierra, cuidar a las personas, comprar productos orgánicos, reducir la cantidad de desechos que nosotros hacemos, son pequeños pasos".
Fuente: efeverde.com / virtualpermaculturecr.com