Los robos en los campos son una preocupación constante para los agricultores de Castellón, quienes enfrentan desafíos como la fluctuación de precios, la dependencia del clima y la competencia internacional. En localidades con alta concentración de explotaciones de frutas y hortalizas, como Moncofa, aumenta la inquietud. Un invernadero de pitayas fue saqueado, dejando a su propietario sin fruta lista para la recolección. Vicente Canós, el afectado, dijo: "Estamos en la fecha idónea para la recolección y se las han llevado todas".
La pitaya, una fruta no muy común en los mercados, tiene precios altos pero requiere un año completo de cuidados en sus invernaderos. Canós expresa que "después de tanto trabajo, encontrarte con que no han dejado ni una es una desgracia".
Canós, productor de Moncofa, destaca que "este tipo de fruta no es muy frecuente en los mercados ambulantes y en esos puntos debería de haber un control de todos los productos, porque concretamente la pitaya no es una fruta que abunde".
Los agricultores piden más seguridad en el campo. Canós confía en que las plantas puedan recuperarse para no perder la cosecha y solicita más presencia policial. Aunque el Ayuntamiento ya cuenta con un agente encargado de vigilar los cultivos, este servicio ha detectado robos de melones y tomates. Canós concluye que "contar con un agente dedicado al término municipal es positivo porque los ladrones son conocedores de que hay alguien que los puede estar vigilando, pero sin duda alguna falta más presencia policial, porque de lo contrario no avanzamos".
La situación demanda una atención mejorada en la seguridad del campo para proteger las inversiones de los agricultores y garantizar que el trabajo dedicado al cultivo de frutas exóticas como la pitaya no se vea comprometido por la actividad delictiva.
Fuente: elperiodicomediterraneo.com