"Si no hacemos nada, nos dirigimos hacia una situación en la que determinados cultivos dejarán de ser viables", alerta Guido van den Ackerveken, profesor de la Universidad de Utrecht (Países Bajos). También es director científico de CropXR, una asociación público-privada de universidades y empresas. CropXR se dedica a la mejora de cultivos adaptados al clima y al futuro.
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Uno de ellos es la patata. En colaboración con Holland Innovative Potato, que reúne a obtentores y transformadores, CropXR trabaja para mejorar la resistencia de la patata, dado que el cambio climático y una legislación más estricta en materia de nitrógeno y productos fitosanitarios exigen cada vez más una mejora de la sostenibilidad.
Según el profesor Van den Ackerveken, hay que tener una base firme: la propia planta debe ser vigorosa. La mejora genética es, por tanto, crucial. Antes, lo importante era el rendimiento. Ahora, sin embargo, es la resiliencia: acumular muchas características en una sola planta. Pero es difícil obtener rasgos complejos; mientras que los genes simples pueden seleccionarse con relativa rapidez, la combinación de múltiples genes requiere años de cruces y pruebas.
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CropXR se propone acelerar considerablemente el proceso aprovechando los conocimientos y los datos. Utiliza modelos e inteligencia artificial para desarrollar "planos" de nuevas variedades, lo cual permite determinar con mucha más precisión qué características deben combinarse para desarrollar variedades robustas. El objetivo es acortar considerablemente la fase de prueba y error y, por tanto, ahorrar tiempo.
En la fase de investigación, la edición genética se utiliza para generar know-how. Sin embargo, la legislación actual de la UE lo prohíbe para el desarrollo de variedades. El profesor Van den Ackerveken subraya que CropXR no quiere depender de la edición genética, pero espera que las normas se relajen para que la metodología pueda utilizarse más ampliamente.
El programa de CropXR, ahora en su segundo año, tendrá una duración de una década. La primera fase se centra en adquirir conocimientos; a partir del sexto año, se aplicarán en la práctica las metodologías desarrolladas. El objetivo final es crear variedades de patata más resistentes al calor, la sequía y la presión de las enfermedades, y que necesiten menos nitrógeno y productos fitosanitarios.
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El profesor Van den Ackerveken señala una necesidad innegable: sin intervención, en el futuro puede resultar imposible cultivar determinados productos. Mediante el desarrollo de métodos de cultivo innovadores y la mejora estructural de la resistencia de los cultivos, CropXR quiere contribuir a un suministro de alimentos sólido y sostenible.