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Proyecto piloto en Málaga para cultivar "Cymodocea nodosa" en invernaderos con el objetivo de repoblar los fondos marinos

El proyecto piloto de cultivo en invernadero de la Cymodocea nodosa, planta habitual en praderas submarinas de la costa malagueña, continúa avanzando. Esta especie experimenta un proceso de regresión, pero los resultados son positivos a medio año. Francisco Franco Duro, profesor del Departamento de Química Inorgánica, Cristalografía y Mineralogía y director de la Cátedra de Ciencias del Litoral de la Costa del Sol, comenta sobre el progreso. La Universidad de Málaga dirige esta iniciativa con el respaldo del Ayuntamiento de Rincón de la Victoria, quien facilitó un invernadero municipal en Torre de Benagalbón, junto con Hidralia, entidad gestionadora de agua y alcantarillado en el municipio.

La vegetación fue recolectada a 250 kilómetros, en el puerto de la cementera Holcim en Carboneras. Allí, debido a la actividad industrial, las condiciones del agua son favorables para Cymodocea nodosa. Fueron trasplantados 150 haces en febrero, ahora con un crecimiento del 80%, con perspectivas de aumento continuo, como señala Franco Duro.

Una clave para el éxito radica en la mejora de sistemas de mantenimiento; las plantas son investigadas y reproducidas en 6 tanques de agua salada que simulan su entorno. Se han implementado medidas para mejorar la refrigeración y depuración del agua, recuperando 100 litros de agua evaporada semanalmente, lo que facilita el relleno conforme a las necesidades.

El próximo paso es plantar la Cymodocea nodosa en un lugar óptimo para evitar que las corrientes las desarraiguen. Hasta entonces, un equipo de la Cátedra de Ciencias del Litoral observa minuciosamente la flora. Elena Bañares España, profesora del Departamento de Botánica y Fisiología Vegetal, es la investigadora principal.

El impacto humano y otros factores contribuyen al declive por aumento de nutrientes y poca luz, lo que dificulta la fotosíntesis y provoca la desaparición de estas plantas de pradera marina. Además, la presencia de la alga asiática Rugulopteryx okamurae, aunque no se asienta en la arena como la Cymodocea nodosa, altera toda la flora local debido a su desarrollo exponencial.

La elección de Cymodocea nodosa se debe a su estabilidad comparada con otras como la Posidonia oceánica, clave para una estrategia de recuperación sistemática que podría extenderse por la Costa del Sol. Con más presencia de Cymodocea nodosa, es más fácil que llegue la Posidonia oceánica, fortaleciendo las zonas arenosas y mitigando efectos de los temporales.

Fuente: diariosur.es