¡Suscríbase a nuestra newsletter y manténgase al día con las últimas noticias!

Suscribirse Ya soy suscriptor

Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.

Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web.
¡Gracias!

Haga clic aquí para leer la guía de cómo desactivar su bloqueador de anuncios.

Sign up for our daily Newsletter and stay up to date with all the latest news!

Suscripción I am already a subscriber

Una granizada en Atlixco, México, impacta cultivos de flores ornamentales y hortícolas

El pasado domingo, una granizada afectó a diferentes cultivos en Atlixco, generando pérdidas significativas para los productores locales. Según numerosos agricultores, no se había observado un fenómeno similar en los últimos 18 años, caracterizado por su corta duración y grandes daños en un área reducida.

La precipitación, concentrada en un tramo de no más de 2 kilómetros en la zona de Cabrera, no duró más de media hora pero afectó severamente al menos cinco cultivos. Entre las pérdidas destaca una hectárea de flores que estaba lista para cosechar. El impacto económico varía entre 40 mil y 300 mil pesos.

Rosa Sánchez, afectada por el desastre, señaló cómo el granizo dañó una hectárea y media de maíz a pocos días de la cosecha. "En la noche del domingo subieron la noticia a redes sociales, vi que era aquí y vine a verlo", comentó Sánchez, mostrando el daño en sus cultivos. Sin la granizada, ella hubiera obtenido aproximadamente 70 mil pesos, suma que pensaba reinvertir.

Sánchez también registró pérdidas en un cultivo de tomate. "El dinero aquí se ocupa para seguir trabajando," explicó, observando con tristeza cómo los elotes restantes podrían no ser vendibles si los daños empeoran.

Manuel, productor de 25 años, experimentó pérdidas totales en su cultivo de gladiolas. "Eran demasiadas flores y todas se quebraron", expresó, observando la floración dañada. En su sembradío de 7 mil metros cuadrados había invertido en más de 200 plantas. Además del costo de los bulbos, debe cubrir la renta del terreno y otros insumos agrícolas.

Rosa y otros productores, como Javier Ramos, quien sufrió pérdidas en su vivero de rosas y cempasúchil, enfrentan nuevas dificultades. Es cada vez más difícil ser productor debido a eventos climáticos cada vez más extremos. Ramos, con 25 años de experiencia, lamenta cómo fenómenos como sequías, tormentas y granizadas afectan negativamente sus operaciones.

Los productores no pueden prever ni evitar desastres naturales, y esto genera incertidumbre. La estabilidad del clima y la disponibilidad de agua son aún más cruciales para quienes trabajan en el campo. Ramos ahora debe podar cerca de 10 mil macetas de rosas, retrasando su venta por al menos tres meses.

Ramos reflexionó sobre el futuro de su actividad: "Siempre estamos pensando en que ojalá Dios quisiera que el clima nunca nos afectara nuestras siembras, porque de esto nos mantenemos, a eso nos dedicamos, batallamos tanto y perdemos mucho".

Fuente: oem.com.mx