El Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (Senasa) ha autorizado la importación de 360 mil plantas de arándano (Vaccinium corymbosum) provenientes de Chile. Estas plantas ingresarán por el Complejo Fronterizo Santa Rosa, en Tacna, para su destino en áreas de producción autorizadas en el departamento de Ica. Esta decisión se formalizó mediante la Resolución Directorial Nº D000033-2025-MIDAGRI-SENASA-DSV, publicada el 24 de septiembre en el diario oficial El Peruano.
Se prevé que el traslado de las plantas se realice durante la primera quincena de octubre, cuando arriben desde viveros chilenos hasta las áreas productivas de Chincha (Ica). Allí se someterán a un proceso de cuarentena posentrada, esencial para verificar la ausencia de plagas o enfermedades que puedan amenazar al sector frutícola nacional.
El Senasa ha estipulado requisitos para el traslado, entre los que destacan:
- Las plantas deben llegar embaladas bajo condiciones certificadas por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Chile, sin signos de manipulación o violación de sellos de seguridad.
- Utilización de envases preparados para facilitar la inspección fitosanitaria en la frontera.
- Transporte en vehículos limpios, refrigerados, cerrados y precintados hasta su destino final en Ica.
- Inspección y toma de muestras en Tacna, con precintado oficial de los vehículos tras verificación inicial.
- Traslado inmediato a los centros de producción autorizados para cumplir la cuarentena posentrada, con costos asumidos por el importador.
- Revisión adicional de cada lote en destino por inspectores del Senasa para garantizar el cumplimiento regulatorio.
El arándano ocupa un lugar estratégico en la agroexportación peruana, con exportaciones que superaron los 1.200 millones de dólares en 2024, posicionando a Perú como el principal exportador mundial. La importación de nuevas plantas no solo busca ampliar la frontera agrícola, sino también renovar variedades que se ajusten mejor a los cambios climáticos y a las demandas de los mercados internacionales.
La introducción de material vegetal controlado por importación posibilita el ingreso de genética de alto rendimiento y calidad superior de fruto, facilitando a los productores peruanos un mejor posicionamiento frente a competidores como México, Marruecos o Sudáfrica, quienes han ganado mercado en Estados Unidos y Europa.
La estricta supervisión responde a la necesidad de resguardar el patrimonio fitosanitario del país. La entrada de plagas exóticas representa una amenaza para la agricultura. Sin el control adecuado, la importación de material vegetal puede conducir a la propagación de enfermedades difíciles de erradicar, causando pérdidas financieras significativas.
Por lo tanto, el Senasa mantiene protocolos de cuarentena posentrada, asegurando que las plantas permanezcan bajo observación y muestreo hasta certificar su inocuidad. Solo después de este proceso, el material vegetal se integra a los campos productivos.
El vínculo con Chile refleja la complementariedad agrícola entre ambos países. Compartiendo condiciones climáticas para arándanos, pero con calendarios de cosecha que abarcan diferentes ventanas comerciales, la importación desde Chile es parte de una estrategia para mantener un abastecimiento global continuo y la competitividad frente a otros proveedores.
Los productores peruanos con la incorporación de nuevas plantas esperan sostener el crecimiento de las agroexportaciones en la campaña 2025/26, consolidando su presencia en mercados clave como Estados Unidos, Europa y Asia. Su desafío será equilibrar el aumento de superficie cultivada con el uso eficiente de recursos hídricos y prácticas sostenibles, en un contexto de presión climática creciente.
El Senasa ha señalado que estas autorizaciones son parte de una política de expansión productiva con responsabilidad fitosanitaria, asegurando que cada etapa -desde la frontera hasta la cuarentena- preserva la seguridad alimentaria y la sostenibilidad del sector agrícola nacional.
Fuente: agrolatam.com