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Cargas de calefacción, ventilación y aire acondicionado y papel de la deshumidificación

Para mantener las plantas en la "zona feliz" de crecimiento, la gestión de la interacción entre la temperatura, la humedad y la actividad de la planta es tan crítica como la selección de la receta de nutrientes o el fotoperiodo adecuados. "El cannabis crece como una hierba, pero nosotros lo cultivamos como un medicamento", explica Justin van der Putten, de DryGair. "Eso significa condiciones de laboratorio, y lo que es fácil de manejar en un invernadero puede convertirse en un verdadero reto en una habitación sellada".

La red de seguridad HVAC
Muchos productores de cannabis tienden a sobredimensionar sus sistemas HVAC, tratando la capacidad de refrigeración como una forma de seguro. La lógica es que más capacidad significa más estabilidad. "Sin embargo, este enfoque a menudo pasa por alto el hecho de que la refrigeración y la deshumidificación no siempre van de la mano", señala Justin. "Los sistemas HVAC condensan agua como subproducto de la refrigeración, pero no necesariamente en los momentos en que las plantas más necesitan eliminar la humedad".

© DryGair

Esto resulta especialmente crítico a primera hora de la mañana. Al encenderse las luces, la temperatura de las hojas sube más despacio que la del aire circundante, lo que crea un riesgo de condensación en los cogollos. "Es entonces cuando aparece el tejido necrótico y se abre una puerta a las enfermedades fúngicas", explica Justin. En otras palabras, la gestión del punto de rocío es una herramienta de prevención de enfermedades.

VPD y la "zona de peligro"© DryGair
La mayoría de los productores siguen las tablas de VPD para mantener el equilibrio entre la absorción de agua y la transpiración de las plantas. Sin embargo, si se pasa por alto esa ventana, el cultivo entra rápidamente en lo que Justin denomina la zona de peligro. "La clave es no empezar el día con las plantas húmedas", señala Justin. "Si puedes evitar el punto de rocío por la mañana, no tienes que secar tanto el ambiente".

La ventaja del invernadero
En comparación con los cultivos de interior, los invernaderos se benefician de un amortiguador natural: el enorme volumen de aire que hay por encima de la cubierta. Esto facilita la homogeneización del clima y da más libertad de acción a los productores. En los entornos de interior herméticamente cerrados, cada punto caliente o rincón frío puede desequilibrar la balanza. "Saber más no siempre ayuda", señala Justin. "En CEA se ven todas las fluctuaciones, y eso puede asustar a los productores y hacer que corrijan en exceso".

La deshumidificación como punto de partida del diseño
Justin señala que donde a veces se equivocan los productores es en tratar la deshumidificación como algo secundario. "A la hora de dimensionar el sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado, muchos consideran la deshumidificación como algo que el sistema proporciona a posteriori. Pero debería ser al revés. Primero hay que determinar la cantidad de humedad que hay que eliminar y después la capacidad de refrigeración".

Por eso las soluciones de deshumidificación especializadas están ganando terreno en el cannabis. Por ejemplo, las unidades DryGair están diseñadas para extraer la humedad incluso a temperaturas nocturnas más bajas, cuando la climatización convencional no funciona con la misma eficacia. El principio es eliminar la humedad cuando la planta no está transpirando, mantener el punto de rocío alejado de los cogollos y permitir que el cultivo transite suavemente hacia el día sin riesgo de flores húmedas.

© DryGair

"La carga de HVAC no consiste sólo en enfriar, sino en gestionar el agua, tanto en la planta como en el aire", comenta Justin. "Al comenzar con las necesidades de humedad y trabajar hacia atrás hasta la temperatura, los productores pueden evitar el exceso de capacidad, reducir los riesgos de enfermedades y, en última instancia, mantener el cannabis en esa elusiva zona feliz."

Para más información:
DryGair
www.drygair.com