Cultivar fresas implica paciencia, cuidado y planificación. Pero a veces, todo puede cambiar de la noche a la mañana. El 1 de noviembre de 2023, la borrasca Ciarán azotó la Bretaña francesa con una fuerza inesperada. Para Plougaserres, una empresa de Plougastel-Daoulas, era el momento de la verdad: ¿conseguirían proteger sus equipos, salvar la cosecha y volver a funcionar lo antes posible?
Para ilustrar cómo se manifiesta la resiliencia sobre el terreno, Hagelunie ha unido fuerzas con su cliente Isabelle Le Page, productora de fresas Gariguette en Plougastel-Daoulas, gerente de SCEA Plougaserres y copresidenta de la Asociación de la Fresa de Plougastel. La acompaña Xavier Bourhis, su corredor de seguros de confianza desde hace más de diez años y fundador de XBC Courtage. Juntos reflexionan sobre aquellos días críticos y comparten sus experiencias sobre la tormenta Ciaran.
De la oficina al campo
Isabelle siguió una trayectoria profesional poco habitual que la llevó a la horticultura. Durante veinte años vendió programas informáticos agrícolas en el departamento francés de Finisterre, antes de asociarse con su marido para cultivar tomates y fresas. Es un trabajo exigente pero muy gratificante. "Se puede decir que caí en él como Obélix en la poción mágica".
Hoy, Isabelle Le Page dirige SCEA Plougaserres en Plougastel-Daoulas (Bretaña). En una parcela de 1,5 hectáreas, cultiva fresas Gariguette destinadas al mercado local. Aunque empezó cultivando tomates, Isabelle se dio cuenta de que el mercado estaba cambiando y de que necesitaba invertir para seguir siendo competitiva. Por eso optó por las fresas. Fue una elección decisiva que permitió a la empresa ser más competitiva y echar raíces a largo plazo en el mercado. Isabelle también invierte su tiempo en la comunidad como copresidenta de la Asociación de la Fresa de Plougastel, que reúne a cooperativistas y productores independientes, y hace campaña para que la fresa de Plougastel sea reconocida con la IGP (indicación geográfica protegida), con el objetivo de preservar la experiencia local y ayudar a los nuevos productores a despegar.
© Hagelunie
Una relación de confianza construida sobre el terreno
Xavier Bourhis, corredor de seguros de Isabelle y socio local de Hagelunie desde hace muchos años, conoce bien la realidad sobre el terreno. Cree que apoyar a un productor implica algo más que ofrecerle una póliza de seguros. Es importante entender cómo funciona un invernadero, prever los riesgos y saber reaccionar rápidamente ante los problemas.
A lo largo de los años, Xavier e Isabelle han forjado una verdadera relación de confianza. Juntos han capeado varias tormentas, pero ninguna tan intensa como la borrasca Ciarán. "Esta combinación de conocimientos técnicos y humanos es lo que me permite ser un verdadero socio".
© Hagelunie
La borrasca Ciarán
La noche del 1 de noviembre de 2023, vientos extremos barrieron Plougastel-Daoulas. Alertados por un correo electrónico de Xavier, Isabelle y su equipo habían asegurado el invernadero, pero a la mañana siguiente, parte del tejado había desaparecido y dos naves de plantas habían resultado dañadas.
El reto era enorme: era festivo, se preveía otro vendaval y había que actuar con rapidez para proteger lo que quedaba de la estructura.
Reacción rápida y movilización
A la mañana siguiente, antes incluso de que Isabelle pudiera coger el teléfono, Xavier se puso en contacto con ella y se hizo cargo del asunto. Clasificó las emergencias de la región, teniendo en cuenta las entregas previstas de las plantas, y alertó inmediatamente a Hagelunie, que organizó rápidamente una intervención. El viernes 3 de noviembre a las 8 de la mañana, menos de 48 horas después de la tormenta, un equipo holandés especializado llegó al lugar. Su eficacia causó una impresión inmediata. No perdieron tiempo en asignar tareas, asegurar la estructura y empezar las reparaciones. Mientras el equipo se dedicaba a la construcción, Isabelle y algunos voluntarios pudieron empezar las tareas de limpieza, lo que contribuyó a acelerar los trabajos.
En tan solo quince días, el invernadero estaba totalmente reparado. Un plazo extraordinario dadas las circunstancias. Conseguir a corto plazo el material necesario no fue tarea fácil, pero los equipos coordinaron sus esfuerzos para capear los problemas logísticos.
Para Isabelle, esta rápida actuación fue crucial: "Esta respuesta inmediata marcó la diferencia. Pudimos volver a funcionar muy rápidamente, sin sufrir pérdidas". Sabe que no todos los productores tuvieron la misma suerte. Algunos, que contaban con menos apoyo, esperaron varios días hasta que llegó la ayuda, lo que afectó a su moral. "Para nosotros fue exactamente lo contrario. Recibimos consejos y apoyo desde el primer momento".
Previsión
Isabelle está muy acostumbrada a las tormentas bretonas y sabe que hay que tomar medidas preventivas, como un mantenimiento regular, asegurar los cristales y despejar la zona alrededor del invernadero. Pero Ciarán la ha convencido de que la prevención debe ir más allá.
Desde entonces ha reforzado puertas y aberturas, ha hecho acopio de una reserva estratégica de cristales de repuesto y sigue todas las instrucciones que se le envían por correo electrónico. Para Xavier, estos sencillos gestos pueden marcar la diferencia entre una rápida recuperación y semanas de inactividad.
Un consejo para otros productores
Isabelle cree que el coste no es el único factor a tener en cuenta. Contar con un buen asegurador, accesible y proactivo, puede marcar la diferencia en caso de imprevistos.
Xavier está de acuerdo y subraya que el cambio climático hace que estas precauciones sean más cruciales que nunca. Los fenómenos meteorológicos extremos, como las tormentas o el granizo, pueden acabar con una cosecha en cuestión de minutos.
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