La empresa de la familia Savidge, Woodfields Fruit Farm, en Weston under Penyard, solicitó modificar un permiso ya concedido en la explotación, donde se cultivan frambuesas y arándanos, para aumentar el terreno disponible para el uso de túneles de polietileno.
Pero aunque el Consejo Parroquial de Weston under Penyard no se opuso al plan, señaló que se trataba en realidad de una solicitud para cubrir todo un nuevo tramo de terreno, que se extiende sobre casi dos hectáreas al oeste inmediato de las que ya existen en la granja.
El consejo parroquial declaró que la autoridad urbanística debería supervisar que las cubiertas de polietileno de los túneles se retiran fuera de temporada y que esto debería controlarse y observarse adecuadamente.
La escorrentía de las aguas del lugar es también un problema importante y requiere medidas para reducir su impacto negativo en el futuro, según los concejales. En los planos presentados con el proyecto se indica que una zanja al final de los túneles desembocaría en un estanque de retención, donde se almacenaría el agua de escorrentía para regar las plantas. Lauren Harrison, ingeniera adjunta de drenaje de Balfour Beatty, dijo que la granja sería responsable de cualquier desbordamiento del estanque y de cualquier problema causado a terceros.
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