¡Suscríbase a nuestra newsletter y manténgase al día con las últimas noticias!

Suscribirse Ya soy suscriptor

Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.

Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web.
¡Gracias!

Haga clic aquí para leer la guía de cómo desactivar su bloqueador de anuncios.

Sign up for our daily Newsletter and stay up to date with all the latest news!

Suscripción I am already a subscriber
La práctica favorece microorganismos nativos que combaten hongos patógenos y mejora la salud del suelo

El Ifapa prueba en invernaderos de Almería que la biosolarización permite desinfectar el suelo y preservar sus bacterias beneficiosas

Un estudio llevado a cabo por el grupo de Fitopatología y Microbiología de Suelos del centro Ifapa de La Mojonera (Almería) ha probado que la biosolarización, la práctica agrícola que combina la incorporación de enmiendas orgánicas con la solarización del suelo, es una alternativa a la desinfección con fumigantes que se utiliza para preparar los suelos del invernadero antes de la nueva campaña agrícola.

© IFAPA

Los resultados del estudio, publicado en la revista científica Frontiers in Microbiology, corroboran que esta práctica es una alternativa eficaz y respetuosa con el medio ambiente para el control no químico de las enfermedades del suelo, al tiempo que mejora las propiedades físico-químicas y biológicas del mismo.

En concreto, el trabajo ha sido desarrollado en Almería durante dos campañas consecutivas de tomate de invernadero, y se ha centrado en observar la respuesta de las comunidades bacterianas nativas del suelo tras llevar a cabo tratamientos de biosolarización con estiércol fresco de oveja durante los meses de verano.

© IFAPA

Los resultados obtenidos han puesto de manifiesto la existencia y supervivencia de poblaciones nativas de bacterias antagonistas frente a hongos patógenos (Fusarium, Phytophthora o Botrytis) tras la biosolarización y a la finalización del cultivo. Estas bacterias nativas también mostraron antagonismo frente a hongos de control biológico comerciales.

Los investigadores han podido observar que, de forma espontánea, estas bacterias estaban en el suelo en grandes cantidades, desde millones hasta decenas de millones de unidades formadoras de colonias (UFC) por gramo de suelo seco. La elevada presencia de dichos microorganismos sugiere que la gestión del suelo mediante biosolarización no solo es compatible con su supervivencia, sino que podría estar favoreciendo su proliferación.

© IFAPA

Este hallazgo es especialmente relevante de cara a fomentar suelos naturalmente supresivos frente a enfermedades, a la vez que plantea implicaciones importantes para el uso de productos comerciales basados en microorganismos beneficiosos.

En este sentido, los investigadores subrayan que la diversidad funcional de las bacterias nativas puede influir significativamente en la eficacia de los agentes de biocontrol introducidos, lo que pone de manifiesto la importancia de conocer y gestionar adecuadamente la microbiota que, de forma natural, habita en el suelo del invernadero.

Este trabajo del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa) se enmarca en el proyecto "Optimización de la biosolarización para aumentar la salud del suelo en cultivos hortícolas protegidos mediterráneos", financiado por fondos FEDER y del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. El artículo completo puede ser consultado en el siguiente enlace: https://www.frontiersin.org/journals/microbiology/articles/10.3389/fmicb.2025.1484219/full

Fecha de publicación: