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Marruecos orienta su producción de frutos rojos hacia las frambuesas y los arándanos

El sector de los frutos rojos de Marruecos se está alejando de las fresas hacia las frambuesas y los arándanos, impulsado por las cambiantes condiciones del mercado, la rentabilidad y la demanda europea.

En la temporada 2024-2025, Marruecos exportó 64.400 toneladas de frambuesas por valor de casi 487 millones de dólares, un 13,8% más que el año anterior. Las frambuesas son ahora la segunda mayor exportación agrícola del país después de los tomates. El Reino Unido fue el mayor comprador, con más del 30% de las exportaciones, seguido de España, Países Bajos, Alemania y Francia.

Las exportaciones de arándanos también aumentaron. En la temporada 2023-2024, Marruecos exportó 67.300 toneladas de arándanos frescos, un 25% más que en la temporada anterior, consolidando su posición como cuarto exportador mundial de berries.

La producción de fresas sigue disminuyendo. El cultivo ha caído de unas 3.700 hectáreas en 2022 a 2.300 hectáreas en 2025. Los productores citan como principales factores unos márgenes más bajos, una mayor competencia de Egipto y los riesgos relacionados con el clima. Las frambuesas y los arándanos se consideran menos intensivos en mano de obra y más estables en cuanto a rendimientos.

Según Nabil Belmkaddem, director de la cooperativa BestBerry, "el cambio no consiste sólo en cambiar de fruta, sino en crear resiliencia eligiendo mercados, estacionalidad y viabilidad a largo plazo".

Las fresas se cosechan entre noviembre y marzo, mientras que las frambuesas van de septiembre a junio, y los arándanos, de octubre a junio. Este amplio calendario permite a Marruecos cubrir las lagunas de suministro en la temporada baja europea.

Loukkos y Agadir siguen siendo las principales regiones productoras, pero la producción se está extendiendo a nuevas zonas. Dakhla se está convirtiendo en un centro apoyado por el riego con agua de mar desalinizada, mientras que la región del Atlas está produciendo arándanos de verano, ampliando aún más la ventana de exportación.

Los productores recurren cada vez más a invernaderos, variedades mejoradas y viveros más grandes para aumentar la producción. Aunque los arándanos requieren una mayor inversión inicial, se consideran más rentables a largo plazo.

Sigue habiendo limitaciones. La escasez de agua, la variabilidad climática, el aumento de los costes de los insumos y la escasez de mano de obra afectan a la producción. El cumplimiento de unas normas fitosanitarias europeas más estrictas aumenta los costes, y la inflación sigue presionando los márgenes.

A pesar de estos retos, los productores invierten en viveros locales, sistemas de riego y nuevas tecnologías para mantener su capacidad exportadora. La proximidad a Europa y una mano de obra establecida siguen respaldando el papel de Marruecos en el comercio de frutos rojos.

El paso de las fresas a las frambuesas y los arándanos refleja los ajustes a la demanda mundial, la economía y las condiciones climáticas. La estrategia de producción de frutos rojos de Marruecos se está reestructurando en torno a la resistencia, la ampliación de las temporadas y la diversificación de las regiones de cultivo.

Fuente: Marruecos World News