El sector hortícola holandés se encuentra al borde de una nueva fase de consolidación. Así lo afirma Frank de Hek, de la firma Oaklins, especializada en transacciones dentro del ámbito agrícola. Según él, la primera ola de adquisiciones se centró en el ámbito del mejoramiento genético, seguida por empresas dedicadas a la nutrición vegetal y la construcción de invernaderos. Aunque la crisis del Covid ralentizó este proceso temporalmente, De Hek anticipa, en una entrevista con M&A, que una nueva oleada está en camino. Esta estaría impulsada por la concentración creciente del mercado y la expansión de la automatización y la robótica.
Ya en primavera, la organización Topsector Horticulture & Starting Materials reunió al sector para debatir precisamente este tema. La pregunta clave fue: ¿la creciente presencia del capital privado en la horticultura es una amenaza o una oportunidad?
Tras una jornada de ponencias y debate, la conclusión general fue moderadamente optimista. La mayoría coincidió en que la entrada de fondos de inversión puede aportar muchas oportunidades y que, para un sector en constante transformación, el respaldo financiero se está volviendo casi indispensable.
A medida que la horticultura escala y los productores se orientan hacia sistemas de producción de alta tecnología, también crece la necesidad de capital, tanto entre los productores como entre los proveedores. En ese sentido, el capital privado puede cubrir esa necesidad, aunque no siempre sin fricciones ni desafíos.
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Frank de Hek
Oaklins
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