Freshfel Europe participó en la 11.ª Conferencia Anual de la UE sobre Instrumentos Financieros del FEADER, celebrada en Milán y organizada por fi-compass, la DG Agri de la Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones (BEI). El acto, titulado "Financiación de la transición hacia sistemas agroalimentarios de la UE resilientes y una agricultura sostenible", reunió a responsables políticos, instituciones financieras y actores del sector agroalimentario para debatir cómo los instrumentos financieros pueden apoyar la transición ecológica y digital en la agricultura europea.
En representación del sector hortofrutícola europeo, Freshfel Europe pidió ajustes en las asignaciones presupuestarias y los instrumentos financieros de la UE para un mejor apoyo de las frutas y hortalizas. La organización subrayó que estos productos son esenciales para un sistema alimentario sostenible, bajo en emisiones de carbono y saludable.
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Según Freshfel Europe, el sector hortofrutícola tiene una de las huellas medioambientales más bajas dentro de la agricultura y contribuye al secuestro de carbono, en línea con los objetivos de neutralidad climática de la UE. A pesar de estas ventajas, el sector recibe alrededor del 3% de los fondos de la Política Agrícola Común (PAC), mientras que cerca del 80% se destina a la producción animal, que representa más de la mitad de las emisiones de carbono de la agricultura.
Philippe Binard, delegado general de Freshfel Europe, declaró: "¿Llegará el día en que el 50% del presupuesto de la PAC de la UE apoye a las cadenas de suministro que proporcionan a los consumidores frutas y hortalizas frescas, sanas, sabrosas y de calidad? No se trata de una postura provocadora, sino de una reflexión necesaria basada en una realidad y una verdad incómoda para muchos". Añadió que alinear la política y los presupuestos de la UE para fomentar las dietas basadas en vegetales debería ser una obligación para los responsables políticos.
La organización destacó que el consumo europeo actual de frutas y hortalizas se sitúa en una media de 350 gramos por persona y día, por debajo de los 400-800 gramos recomendados por diversas autoridades sanitarias. Este déficit, combinado con el aumento del consumo de alimentos ultraprocesados, tiene implicaciones tanto para la salud pública como para los objetivos climáticos.
Freshfel Europe también señaló la necesidad de instrumentos financieros más flexibles y accesibles, adaptados a las realidades de la cadena de suministro de frutas y hortalizas. Binard explicó que el sector se enfrenta a retos específicos, como el relevo generacional, los crecientes riesgos climáticos, las plagas y enfermedades emergentes y los estrechos márgenes de beneficio. A diferencia de otros sectores más concentrados, como los cereales o los productos lácteos, la producción de frutas y hortalizas implica a un amplio abanico de pequeños productores con diversos ciclos de producción y variaciones estacionales.
La organización pidió a la Comisión Europea y al BEI que garanticen que los instrumentos financieros nuevos y existentes en el marco de la PAC y el FEADER estén diseñados para abordar estas necesidades específicas. También instó a la inclusión de mecanismos de seguro para los riesgos relacionados con el clima, que se espera que se intensifiquen en los próximos años.
Freshfel Europe declaró que la inversión en frutas y hortalizas apoya tanto los objetivos medioambientales como los de salud pública, y que las futuras estrategias financieras de la UE deberían reflejar la contribución del sector a la sostenibilidad y la resistencia económica.
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