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Cómo actúa la luz ámbar sobre cultivos de lechuga y tomates

La agricultura de interior está adoptando tecnologías avanzadas como las lámparas LED, que ofrecen un control preciso de la luz y mejoras en los procesos fisiológicos de las plantas. Tradicionalmente, las investigaciones se han centrado en las longitudes de onda rojas y azules, pero un nuevo estudio de la Universidad McGill, en Canadá, examina el impacto del espectro ámbar en el crecimiento de cultivos como tomates y lechugas.

El estudio, "Plant Growth Optimization Using Amber Light Supplemented with Different Blue Light Spectra", explora cómo la interacción entre la luz azul y ámbar puede optimizar el desarrollo de plantas. Desde el punto de vista biofísico, la eficiencia fotosintética de las plantas es modulada por diversos pigmentos, pero también por longitudes de onda específicas. El espectro verde-ámbar, aunque menos considerado, juega un papel crítico al penetrar en capas profundas del follaje.

Además, el azul regula no solo la fotosíntesis sino también la morfogénesis, afectando la altura de tallos y densidad de raíces. Estudios previos de McCree e Inada indicaron que las longitudes más eficaces en el espectro azul están entre 400 y 430 nm. Sin embargo, la mayoría de luminarias usan azul en 455 nm por facilidad de fabricación, lo que podría limitar la productividad bajo luz artificial.

Un experimento en laboratorios controlados evaluó cuatro tratamientos de luz en cultivos de tomate y lechuga durante 21 días, con ajustes espectrales precisos. El tratamiento que combinó azul de 430 nm con ámbar de banda ancha generó la mayor biomasa. Desplazamientos en el azul de 25 nm o variaciones en el ancho del ámbar afectaron notablemente la biomasa de ambos cultivos.

La investigación mostró que el tomate es más sensible al cambio espectral que la lechuga, probablemente debido a diferencias estructurales y fisiológicas. La luz ámbar mejora la penetración de la radiación, distribuyendo la fotosíntesis homogéneamente y evitando la saturación lumínica en capas superiores. Además, los tratamientos que incluyeron azul y ámbar aumentaron el número de flores en los tomates frente a las lámparas convencionales de sodio.

Estos hallazgos resaltan que no hay una receta lumínica única que optimice el crecimiento para todas las especies.

Para acceder al paper completo, visite el enlace: https://www.mdpi.com/2311-7524/10/10/1097

Fuente: smart-lighting.es