El Día de Muertos o Día de los Fieles Difuntos es una tradición única por su forma de celebrar la muerte, de ahí que es común encontrar hermosas ofrendas en los hogares, los centros de trabajo, los cementerios y hasta en los espacios públicos.
Esta festividad está llena de colores vibrantes, que emergen de los adornos de papel picado con figuras alusivas a la muerte, los platillos coloridos y las aromáticas flores que visten los altares, las tumbas, los jardines y los parques.
Aunque la flor más popular durante esta celebración es el cempasúchil, en nuestro país existen otras flores que también se utilizan durante esta temporada. Entre ellas se encuentran:
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- Nube o velo de novia: Pequeñas flores con un dulce aroma y se utilizan principalmente en los altares dedicados a los niños o niñas fallecidas. Éstas pueden ser blancas o de color rosa y se arman en ramilletes que suelen colocarse en las ofrendas o las tumbas. Son flores sencillas que transmiten paz y armonía.
- Terciopelo: Es una flor suave, conocida también como celosía, cresta de gallo o mano de león, y los colores más comunes son rojo, amarillo, rosa, fiusha o morado. Su hermosura y delicadeza transmiten tranquilidad, sabiduría y espiritualidad. Además, purifica el ambiente por sus propiedades antibacteriales.
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- Clavel: Una flor elegante que podemos encontrar en colores rojo, amarillo y rosa. Su nombre significa "Flores de Dios" porque está asociada al sentimiento del amor y la unión; se coloca en las ofrendas simbolizando luz para el fallecido y el hermoso recuerdo que ha dejado.
- Crisantemo: Es una flor abundante en pétalos pequeños y se encuentra disponible en una gran variedad de colores, aunque la más utilizada es la morada durante el Día de Muertos. Se suele colocar en las ofrendas, pero es más común usarlas en los cementerios para adornar las tumbas. Para algunos simboliza la eternidad y para otros es lo efímero y bello de la vida.
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- Alhelí: Son flores ideales para las ofrendas que se mantienen instaladas por varios
© Gobierno de Mexico días, tienen un delicioso aroma y existen en una gama amplia de colores vivos; transmiten el cariño hacia los que descansan por la eternidad. Algunas personas las asocian con la fidelidad y el amor verdadero.
En nuestras tradiciones se funde la vida y la muerte, pues no solo se celebra a los que se han ido, sino que también a los que aún permanecemos, con música, comida y fiesta.
Y en esta mezcla de emociones, las vívidas flores acompañan el recuerdo de aquellos que compartieron con nosotros en algún momento la existencia y que ya no están, pero que quedaron grabados en la mente y el corazón de quienes los amaron.
Esto no sería posible sin el trabajo de las mujeres y hombres del campo, quienes cultivan una gran variedad de flores y otros productos que adornan nuestros recuerdos y añoranzas que alimentan nuestra nostalgia y alegran nuestro espíritu.
Fuente: Gobierno de Mexico