Investigadores chinos demostraron que al agregar biochar al compost, los procesos se hacen un 25% más seguros y se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.
El compostaje efectúa la transformación de residuos orgánicos en suelo fértil, pero también libera metano, amoníaco y óxidos de nitrógeno, contribuyendo al calentamiento global. Ante esto, un reciente estudio de la Universidad Agrícola de Sichuan, en alianza con investigadores internacionales, sugiere el uso de biochar como una solución.
El biochar, similar a un polvo negro, se genera al calentar residuos vegetales en ausencia de oxígeno mediante pirolización. Este proceso transforma restos agrícolas en un material rico en carbono. Aunque no es nuevo, su impacto en la mejora del compost y la reducción de emisiones está respaldado científicamente.
El análisis de 125 proyectos de compostaje en diversos países mostró que el biochar acelera la maduración del compost y disminuye la liberación de gases nocivos. Los resultados indicaron incrementos en índices de germinación (25%), nitratos de nitrógeno (32%) y reducciones de amonio (35%), aportando un compost más estable y nutritivo.
El compostaje tradicional emite metano y óxido nitroso; mientras que con biochar, se observaron disminuciones significativas: metano en un -51%, óxidos de nitrógeno en un -43% y amoniaco en un -48%. El biochar actúa por su estructura porosa, facilitando la entrada de aire y obstaculizando la proliferación de bacterias que generan metano.
No obstante, no todas las características del biochar son iguales. Las materia prima adecuada es la paja, usando pirolización a más de 400 °C, y una relación C/N del biochar entre 100 y 200. En cuanto al compost, una mezcla óptima incluye 12% de biochar y 55-60% de humedad. Bajo estas condiciones, el biochar transforma el ecosistema microbiano del compost, albergando microorganismos beneficiosos que mejoran la descomposición.
El biochar convierte un problema (residuos agrícolas) en una solución (mejorador de suelos), dando un doble golpe contra el desperdicio y el cambio climático. Y es aplicable desde pequeñas granjas hasta sistemas municipales.
Fuente: ecoinventos.com