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EE. UU. y China alcanzan una tregua temporal en la guerra comercial

Después de seis años sin encuentros directos, los presidentes Donald Trump y Xi Jinping se reunieron en Corea del Sur y lograron un acuerdo de tregua temporal en la prolongada guerra comercial que ha tensionado las relaciones entre Estados Unidos y China. El pacto contempla la reducción de aranceles, cooperación en lucha antidrogas, compras agrícolas y la suspensión mutua de gravámenes portuarios, en lo que ambos gobiernos consideran un paso hacia la distensión bilateral.

Washington acordó suspender por un año los recargos especiales sobre buques chinos que arriban a puertos estadounidenses, aplicados desde el 14 de octubre en el marco de una investigación sobre la supremacía marítima de China. A su vez, Pekín pausará sus contramedidas equivalentes contra buques estadounidenses durante el mismo periodo, según informó el Ministerio de Comercio chino.

En paralelo, Estados Unidos reducirá en un 10% los aranceles sobre bienes chinos, dejándolos en un promedio del 47%. China, por su parte, reforzará el control sobre la exportación de precursores químicos del fentanilo.

El acuerdo incluye también un alivio parcial sobre las restricciones chinas a la exportación de minerales de tierras raras, esenciales para la industria tecnológica y de defensa. Aunque Pekín mantendrá su marco de control, flexibilizará temporalmente algunas limitaciones durante los próximos doce meses.

En el sector agrícola, China retomará la compra de grandes volúmenes de soja estadounidense, proporcionando un respiro a los agricultores del medio oeste, afectados por la caída de las exportaciones durante la disputa comercial. Trump destacó que Beijing ya había realizado nuevos pedidos de soja antes de la reunión, interpretando la acción como una señal de buena voluntad.

El intercambio de gravámenes portuarios había encarecido el transporte marítimo internacional, en medio de la disputa por liderazgo en construcción naval y logística. Washington había impuesto tarifas a buques vinculados a empresas chinas para impulsar su industria marítima y contrarrestar la influencia de Pekín.

La tregua coincide con la firma de acuerdos trilaterales entre Estados Unidos, Japón y Corea del Sur para fortalecer la industria naval norteamericana, incluido un compromiso de inversión surcoreano de 150.000 millones de dólares. China, que previamente sancionó a filiales estadounidenses del astillero Hanwha Ocean, ahora se enfoca en la cooperación técnica más que en la confrontación directa.

Durante la cita en la base aérea de Gimhae, se acordó continuar el diálogo con futuras visitas oficiales: Trump viajará a China en abril y Xi realizará un viaje de retorno a Estados Unidos.

No obstante, analistas advierten que este acuerdo no altera la competencia estructural entre ambas potencias, que incluye tecnología, inteligencia artificial y control de cadenas globales de suministro. La tregua ofrece un respiro temporal, pero la desconfianza comercial persiste y muchas empresas estadounidenses siguen diversificando sus cadenas de producción fuera de China.

Fuente: mundomaritimo.cl

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