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El tarro de luz de 405 nm pretende mantener el cannabis fresco y sin moho

Con las retiradas apareciendo en los titulares casi semanalmente, uno puede incluso preguntarse si hay algún producto de cannabis en los dispensarios que no esté contaminado en absoluto. Los productores están cada vez más en el punto de mira como fuente de productos contaminados. Fazle Quazi, fundador y director ejecutivo de Boulderlamp, no señala exclusivamente a los productores, sino que cree que la contaminación se debe principalmente a cómo se manipula el producto una vez que sale de las instalaciones de cultivo. Por eso, Fazle y su equipo han llevado el cuidado del cannabis tras la cosecha a un nuevo territorio con un tarro integrado con luz de 405 nm diseñado para mantener los cogollos frescos durante más tiempo, eliminar el moho e incluso potenciar indicadores de calidad como la retención de terpenos.

"Cada semana hay un nuevo artículo científico sobre la luz de 405 nm", afirma Fazle. "Ahora que se dispone de chips LED eficientes y baratos, estamos viendo cómo se utiliza esta longitud de onda de formas que hace unos años eran imposibles".

© Boulderlamp

Una luz suave con efectos potentes
Los 405 nm no son UV, pero interactúan con compuestos orgánicos. Cuando entra en contacto con material vegetal, se crean especies reactivas de oxígeno (ROS), o radicales libres. En altas concentraciones, las ROS son destructivas. Pero en dosis bajas y durante periodos más largos, pueden estimular la actividad antioxidante, el mecanismo natural de defensa y conservación de la planta. "La ciencia es sencilla", explica Fazle. "Las dosis bajas aumentan la actividad antioxidante. Es como darle a la planta una razón para protegerse".

Ese es el concepto en el que se basa el nuevo tarro de Boulderlamp. Al exponer el cannabis a una luz de baja intensidad de 405 nm durante un periodo prolongado, las flores de cannabis se mantienen frescas a la vez que mantienen a raya a los microbios. "Si aumentas la intensidad de la luz, puedes matar el moho o la levadura más rápidamente", explica. "Pero incluso a baja intensidad, dejándola funcionar más tiempo se consigue el mismo efecto sin dañar el THC ni los terpenos".

Conservar algo más que la apariencia
Los primeros ensayos muestran que la flor almacenada bajo luz de 405 nm conserva su aspecto y tacto frescos durante semanas, no días. "Normalmente, incluso en un tarro sellado en un lugar oscuro, los cogollos empiezan a ponerse rancios al cabo de una semana", explica Fazle. "Después de un mes en este tarro, siguen teniendo el mismo aspecto que si los hubieras metido ayer".

Más allá de la estética, Boulderlamp informa de efectos sorprendentes en la concentración de terpenos. Los usuarios han notado que los cogollos se sienten ligeramente más aceitosos al tacto, lo que sugiere una mayor retención de compuestos volátiles. "Estamos intentando conectar esto con estudios sobre frutas y verduras", añadió Fazle. "Hay investigaciones que demuestran que bajo la luz de 405 nm, los productos no sólo se mantienen frescos más tiempo, sino que en realidad ganan vitamina C y enzimas después de la cosecha".

Este último punto ha llamado la atención de científicos de todo el mundo. "¿Cómo aumentar la calidad nutricional después de la cosecha? Esa es la gran pregunta", afirma. "Creemos que se debe a la respuesta antioxidante desencadenada por la luz. El mismo principio podría aplicarse al cannabis".

© Boulderlamp

Replantearse el control de la contaminación
Aunque la remediación microbiana es una práctica habitual en el sector del cannabis estadounidense, Fazle cree que el problema de la contaminación va más allá del cultivo. "Casi todos los productores de Colorado irradian ahora sus cosechas", dijo. "Pero cuando los cogollos llegan al retailer, son manipulados por el personal, expuestos en frascos abiertos y expuestos repetidamente. Ahí es donde se producen las retiradas".

Como la luz de 405 nm no es ultravioleta, no daña el ADN humano ni la química de la planta. "La gente oye 'la luz mata las bacterias' y piensa en ultravioleta", explica Fazle. "Pero 405 nm es diferente. Es seguro de manejar y no degrada los cannabinoides ni los terpenos".

Esto hace que la tecnología sea adecuada no sólo para productores, sino también para retailers y consumidores domésticos que quieran mantener sus flores frescas y limpias sin productos químicos ni calor.

Ciencia postcosecha
Obviamente, los 405 nm no son la panacea para todo lo que sea contaminación, señala Fazle. "Es otra herramienta útil, que puede ayudar a mantener la frescura, reducir el moho y hay pruebas de que incluso puede mejorar la calidad del producto". El objetivo es atajar los problemas de contaminación después de que las flores de cannabis salgan de las instalaciones de cultivo."

Boulderlamp planea lanzar el tarro de 405 nm en enero, dirigido tanto a retailer como a fumaderos. "El objetivo no es sustituir las buenas prácticas posteriores a la cosecha", dijo. "Es mejorarlas con luz, literalmente".

Para más información:
Boulderlamp
555 Aspen Ridge Dr., Lafayette, CO 80026
303-444-4852
boulderlamp.com

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