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Presencia de vasates en tomates de invernaderos en España

El ácaro del bronceado del tomate, (Aculops lycopersici), conocido como vasates, es una plaga que afecta al cultivo de tomate bajo abrigo. Este ácaro suele aparecer en focos localizados, pero gracias a su capacidad de dispersión, puede colonizar rápidamente grandes áreas de la plantación. Todas las partes verdes de la planta, como hojas, tallos y pecíolos, son susceptibles al ataque.

Los primeros síntomas en el tomate suelen manifestarse en la parte baja de la planta, con la plaga avanzando a las zonas superiores mediante el follaje y los tallos. A medida que la infestación progresa, se observa desecación progresiva, pérdida de turgencia y una coloración bronceada o amarillenta, indicativa del daño.

El desarrollo del ácaro es favorecido en condiciones de otoño seco y primavera, sin entrar en diapausa. Las mejores condiciones para su multiplicación son alrededor de 27 °C de temperatura y 30 % de humedad relativa, permitiéndole completar su ciclo de vida en 6 a 7 días si hay suficiente alimento.

© Valio84sl | Dreamstime

En la provincia de Almería, se ha detectado la presencia de A. lycopersici en una de cada tres parcelas estudiadas y en una de cada cuarenta y dos plantas analizadas. Dada la situación climática actual, se aconseja extremar la vigilancia, ya que estas condiciones facilitan su desarrollo y expansión.

Medidas preventivas y culturales:

  • Colocar mallas protectoras con al menos 10 × 20 hilos/cm² en aperturas laterales, cenitales y puertas de los invernaderos. Revisar y reparar roturas regularmente, especialmente en áreas vulnerables a vientos dominantes.
  • Remover malas hierbas y restos vegetales que puedan albergar la plaga.
  • No abandonar los cultivos al finalizar el ciclo y retirar las plantas muy afectadas para evitar la diseminación del ácaro.
  • Durante las tareas de manejo, como poda, tutorado, recolección y riego, tener cuidado de no trasladar la plaga mediante herramientas, ropa o calzado contaminado.
  • Desinfectar los útiles de trabajo con solución de fosfato trisódico al 10 % antes y después de cada uso.
  • Espaciar temporalmente las nuevas plantaciones para interrumpir la continuidad del huésped y dificultar la supervivencia del ácaro.
  • Realizar rotaciones de cultivo usando especies no hospedantes.
  • Asegurarse de que el estiércol esté fermentado correctamente y libre de plagas antes de su uso.
  • Evitar exceso de vegetación o densidad foliar que dificulte la ventilación y favorezca el desarrollo del ácaro.
  • Promover la presencia de enemigos naturales mediante el uso controlado de productos fitosanitarios para preservar la fauna auxiliar.

Fuente: www.juntadeandalucia.es

Fecha de publicación:

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