Durante años se ha considerado comúnmente que Almería posee la mayor concentración de invernaderos del mundo. Las imágenes aéreas del Poniente almeriense, mostrando un extenso manto blanco hacia el mar, han contribuido a esta idea, convirtiendo el "mar de plástico" en un símbolo internacional de la innovación agrícola. Sin embargo, los mapas globales elaborados a partir de imágenes satelitales revelan una realidad diferente: Almería sigue siendo la mayor superficie hortícola protegida de Europa, pero ya no es la primera a nivel mundial. Esa posición a nivel mundial ahora pertenece a una región china, Weifang, en la provincia de Shandong, donde la extensión de cultivos cubiertos por plástico supera en gran medida las cifras de Almería.
© Stockr | Dreamstime
En Almería se contabilizan más de 33.500 hectáreas de invernaderos entre el Poniente, Níjar y el Bajo Andarax. Esta superficie ha transformado por completo la economía local, generado miles de empleos y convertido a la provincia en un referente europeo en producción hortícola, control biológico y exportación. Sin embargo, en Weifang, una zona conocida en China como la "capital de las hortalizas", la superficie supera las 80.000 hectáreas, más del doble. Allí, la agricultura protegida ha avanzado rápidamente durante las dos últimas décadas, consolidándose como un sistema esencial para satisfacer un gran mercado interno.
No solo es notable la extensión, sino también la diversidad. Mientras que en Almería predominan las hortalizas destinadas a la exportación, como tomates, pimientos, pepinos, calabacines, berenjenas, melones y sandías, la región china combina estas verduras con cultivos que responden a la demanda interna asiática. Tomates, pepinos y berenjenas son comunes, pero también se han añadido fresas, uvas de mesa, kiwis, arándanos y frutas tropicales como la pitaya. En los últimos años, han proliferado los sistemas hidropónicos, estructuras solares híbridas y modelos parcialmente verticales para reducir el uso de suelo y maximizar la producción.
© Erik1977 | Dreamstime
Este fenómeno no es exclusivo de China. Turquía, Corea del Sur y Marruecos también han aumentado significativamente su superficie de invernaderos y buscan competir en mercados estratégicos, aunque ninguna región europea puede igualar la capacidad productiva de Almería hoy en día. La provincia mantiene una posición privilegiada en el continente gracias a su especialización agroexportadora, tecnificación del campo, modelo cooperativo, logística e investigación aplicada. El liderazgo, por lo tanto, no se mide solo en hectáreas, sino en productividad, innovación, sostenibilidad y capacidad para abastecer a Europa durante todo el año.
Reconocer que Almería es actualmente la segunda concentración de invernaderos más extensa del mundo no disminuye la importancia de lo que se ha logrado aquí. De hecho, confirma que el modelo local ha sido una referencia replicada y ampliada en otros lugares. La competencia ya no está al otro lado de la autovía o del Mediterráneo, sino a miles de kilómetros, respaldada por países que están invirtiendo masivamente en agricultura intensiva y tecnología alimentaria. El desafío para el futuro es mantener lo que ha fortalecido a esta región: eficiencia hídrica, innovación agronómica, control biológico, exportación y constante adaptación al mercado.
© Frédéric Cerez | Dreamstime
El mar de plástico almeriense sigue siendo una de las imágenes agrícolas más reconocidas del mundo, sin embargo, ahora no está solo en extensión ni en ambición. La agricultura protegida es un fenómeno global y entender este nuevo mapa no debilita a Almería: la posiciona dentro de una liga mundial donde la clave no es cuántas hectáreas se cubren, sino cómo se produce, a qué mercados se llega y qué calidad se ofrece.
Fuente: www.diariodealmeria.es