Ante la falta de herramientas eficaces para controlar la plaga, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha concedido una autorización excepcional para la comercialización y el uso de productos fitosanitarios formulados a base de sulfoxaflor 12% [SC] p/v, dirigidos al control de la mosca blanca de la col (Aleyrodes proletella) en el cultivo del brócoli. La decisión se basa en el aumento incontrolado de las poblaciones de este insecto debido a las temperaturas elevadas y los daños que provoca en las plantaciones de brásicas.
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El ciclo biológico de la mosca blanca se desarrolla principalmente en el envés de las hojas, lo que dificulta la eficacia de los insecticidas de contacto no sistémicos. Sus daños incluyen el debilitamiento de las plantas por acción chupadora y la proliferación de hongos relacionados con la melaza secretada.
La autorización, concedida inicialmente para Castilla-La Mancha, ha sido ampliada a la Región de Murcia, la Comunidad Valenciana, Navarra y La Rioja, abarcando el periodo del 30 de octubre al 31 de diciembre. El uso del producto se limita a una aplicación, en el estadio BBCH 20-49, con dosis de 0,2 L/ha y volumen de caldo entre 200 y 1.000 L/ha, con un plazo de seguridad de siete días.
En la resolución, el ministerio establece medidas específicas de mitigación del riesgo para operadores y el medio ambiente. Entre ellas, el uso de guantes y ropa de protección durante la mezcla y aplicación, evitar contacto con follaje húmedo y respetar una banda de seguridad de cinco metros para proteger organismos acuáticos y artrópodos no objetivo. La resolución destaca la peligrosidad del producto para las abejas, prohibiendo el uso de sulfoxaflor durante la floración o en presencia de polinizadores activos.
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La mosca blanca de la col se considera una de las plagas principales de los cultivos de brásicas. Este año, un estudio publicado en Phytoma por el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) y el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) investigó hacia un futuro programa de gestión integrada de Aleyrodes proletella. Realizado en dos parcelas de Castellón, el estudio mostró que el control biológico tiene potencial para su desarrollo. Identificó que los problemas actuales con la plaga resultan de varios factores: incremento en periodos de cultivo, monocultivo de col, presión de tratamientos fitosanitarios, y falta de zonas de refugio para enemigos naturales de la plaga.
Los autores del estudio proponen desarrollar nuevas estrategias de manejo de A. proletella que reduzcan el uso de insecticidas y aprovechen el control biológico.
Fuente: www.phytoma.com
