En el sector hortofrutícola de Almería, el Thrips parvispinus ha surgido como un elemento preocupante desde su llegada a los invernaderos. Su proliferación se ha convertido en un desafío para el cultivo de pimientos, en particular debido a su impacto en la producción local.
La industria almeriense afronta este reto mediante el control biológico, con el respaldo de la Mesa Técnica de Expertos en Sanidad Vegetal de Almería, que ha solicitado al Ministerio de Agricultura considerar determinadas materias activas fitosanitarias para mitigar los problemas surgidos por plagas como la araña roja. También se ha propuesto un protocolo para la gestión de arranque de restos vegetales.
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A nivel colectivo, agricultores y empresas están implementando protocolos eficaces para limitar la expansión de esta plaga. La Junta de Andalucía ha anunciado un programa de ayudas con 26 millones de euros para paliar las consecuencias en cultivos afectados.
Desde la Delegación Territorial de Agricultura, se mantiene cierto optimismo. A pesar de los retos, se han registrado pocos arranques de pimientos, alrededor del 1,5 % de las hectáreas, mientras que el resto sigue en producción. Estrategias de Manejo Integrado de Plagas (IPM) muestran eficacia, y se observa un aumento en la entrada de pimientos para exportación.
El sector hortofrutícola almeriense manifiesta su preocupación por el Thrips parvispinus, pero organizaciones como Coexphal contextualizan la situación en las oscilaciones habituales del mercado. Las empresas comercializadoras también lidian con las tensiones causadas por esta plaga, aunque no se prevé una carencia grave de producto.
Investigaciones del Ifapa, dentro del proyecto sobre plagas emergentes en horticultura protegida, indican avances en el uso de control biológico mediante depredadores naturales contra el Thrips parvispinus, con resultados positivos en ensayos en invernaderos experimentales. Estos estudios buscan soluciones locales y sostenibles para controlar la plaga.
Agrobío, empresa líder en control biológico, resalta la importancia de protocolos preventivos y ha recomendado la instalación de depredadores naturales desde el inicio del cultivo. Productos como ORIcontrol Cold, SWIRScontrol y MONcontrol son fundamentales para romper el ciclo biológico de la plaga. Agrobío subraya que la alimentación con POWERMite 3.0 mejora la instalación y eficacia de los depredadores durante todo el ciclo.
En general, el enfoque en control biológico y prevención es primordial para gestionar eficazmente el Thrips parvispinus, asegurando prácticas seguras y sostenibles en los cultivos de pimiento.
Fuente: www.lavozdealmeria.com
