Desde hace muchos años, Cordenka, radicada en Alemania, es uno de los líderes del mercado en el sector de los neumáticos para automóviles: la viscosa técnica de Cordenka se utiliza específicamente para fabricar el tejido de refuerzo interior de los neumáticos de alto rendimiento. Hace unos cinco años, surgió la idea de utilizar esa materia prima natural para fabricar cordeles de entutorado para la horticultura comercial (principalmente pepinos y tomates).
"Aquí se suele utilizar polipropileno, que a su vez puede producir microplásticos. El principal problema de este material es su eliminación: después de la cosecha, el material vegetal y el plástico deben separarse y eliminarse por separado. Mientras que las plantas se desechan como residuos compostables, el polipropileno tiene que incinerarse, lo que a su vez es muy costoso en recursos y tiempo. Tampoco hay que olvidar que la eliminación de plásticos es cada vez más cara, no solo en Alemania, sino también en otros países europeos, por lo que se necesita urgentemente una alternativa sostenible", informa Torsten Zöller, director de ventas del proveedor industrial con sede en Obernburg, Baja Franconia.
Sin residuos y resistente al desgarro
Aquí es precisamente donde entra Cordenka con su línea de productos Growth. Se trata de cordeles de entutorado a base de celulosa. "Esta materia prima natural suele descomponerse entre tres y seis meses después de añadirse al compost. Por tanto, se trata de un material completamente biológico, biodegradable y sin residuos. Además del aspecto de la sostenibilidad, nuestro producto también cumple los demás requisitos técnicos de la horticultura comercial moderna. Gracias a su elevada y constante resistencia a la tracción, los cordeles pueden soportar sin problemas tomateras listas para la cosecha con un peso total de unos 10-20 kg. Esta es también una importante ventaja competitiva", manifiesta Zöller.
© Cordenka
Entre los usuarios de los cordeles figuran tanto pequeños agricultores como grandes explotaciones con un número de hectáreas de dos dígitos. Los clientes valoran especialmente la desaparición de los costes de eliminación y la facilidad de uso del sistema.
Hasta ahora, esta avanzada tecnología se ha utilizado principalmente en Alemania, Italia, Bélgica, Países Bajos y Francia. Sin embargo, ya hay ejemplos de éxito en otras partes de Europa y Extremo Oriente, subraya Zöller. "En la región del Benelux, contamos con un socio comercial de confianza que es Royal Brinkman, que vende nuestro producto como corresponde y ofrece también los correspondientes clips de fijación biodegradables. Sin embargo, vemos oportunidades de crecimiento sobre todo en el sur de Europa. A pesar de la difícil coyuntura del mercado, una vez más hemos podido alcanzar cifras de crecimiento satisfactorias en comparación con el año anterior. Esto nos demuestra que el producto está teniendo una buena acogida y que vamos por el buen camino".
© CordenkaAdemás del cordel estándar redondo, ya está disponible una nueva variante llamada Cordenka Growth More Grip. La estructura plana del hilo reduce el riesgo de dañar la planta.
Producción de hortalizas sin plástico
Ahora es el momento de seguir comunicando el valor añadido de la producción de hortalizas sin plástico, por ejemplo, en el punto de venta, prosigue Zöller. "Estamos solo al principio de un cambio estructural. Me imagino, por ejemplo, un sello especial, 'Libre de microplásticos', en el futuro, para que el consumidor final sepa también que el producto en cuestión se ha producido de forma 100% sostenible".
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Torsten Zöller
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Cordenka GmbH & Co. KG
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