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¿Existe un riesgo real de que 'T. parvispinus' se establezca en invernaderos más al norte en España?

A principios de los años 2000, cuando el control biológico todavía era un concepto emergente en muchos cultivos, Fauna Útil decidió construir un modelo diferente. Su objetivo fue claro desde el primer día: desarrollar soluciones biológicas capaces de reducir el uso de pesticidas sintéticos y, al mismo tiempo, proteger la biodiversidad de los ecosistemas agrícolas.

"Nacimos con la idea de crear agentes biológicos propios y trabajar mano a mano con centros de investigación, porque entendimos desde el principio que el futuro del control de plagas pasaba por la integración de métodos sostenibles", explican desde la empresa. Con el tiempo, este enfoque se alineó por completo con los principios del Manejo Integrado de Plagas (MIP), una filosofía que combina estrategias biológicas, culturales, físicas y químicas selectivas para mantener las plagas en niveles económicamente aceptables sin comprometer el equilibrio ecológico.

Fauna Útil se consolidó sobre dos pilares. El primero, el desarrollo de organismos biocontroladores, desde depredadores hasta parasitoides utilizados en cultivos agrícolas y también en sistemas forestales. El segundo, el asesoramiento técnico personalizado, que incluye monitorización, instalación de trampas, diseño de estrategias de conservación de fauna auxiliar y acompañamiento continuo al productor. "El control biológico no funciona solo por liberar enemigos naturales; funciona cuando se integra en un plan con criterio, seguimiento y adaptación constante", subrayan.

© Fauna Útil

"En el sur la presión es intensa y continua; en el norte, aunque las plagas existen, el equilibrio ecológico tiende a restablecerse de forma más natural"
Esa adaptación es especialmente importante en un país como España, donde la presión de plagas cambia radicalmente entre regiones. En el sur, en provincias como Almería o Murcia, las temperaturas elevadas y la menor variabilidad térmica permiten que plagas como la mosca blanca, los ácaros o los trips completen numerosas generaciones durante el año. La agricultura protegida del litoral mediterráneo crea un entorno ideal no solo para las plagas locales, sino también para la entrada y establecimiento de especies exóticas invasoras, favorecidas por el trasiego constante de plantas procedentes de viveros. En el norte del país ocurre lo contrario: la estacionalidad, el frío prolongado y la mayor resiliencia de la fauna auxiliar local limitan la proliferación de plagas de origen tropical. "La diferencia es clara. En el sur la presión es intensa y continua; en el norte, aunque las plagas existen, el equilibrio ecológico tiende a restablecerse de forma más natural", apuntan.

En ese contexto, el avance del Thrips parvispinus se ha convertido en una de las preocupaciones actuales más relevantes para el sector hortícola. Detectado ya en Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía, el insecto se ha expandido con rapidez en invernaderos de pimiento y otros cultivos protegidos. Desde Fauna Útil reconocen que su llegada al norte es una posibilidad real. "Tiene una capacidad de adaptación muy alta y ya está prácticamente generalizado en explotaciones del Poniente almeriense. Si se replican condiciones de microclima favorable en invernaderos más al norte, la plaga podría establecerse sin demasiada dificultad". La empresa destaca, sin embargo, algunos factores que podrían frenar su expansión, como las temperaturas bajas, la menor estabilidad térmica y la presencia de fauna auxiliar autóctona. "No es un escenario inevitable, pero sí es un riesgo al que debemos anticiparnos mediante monitorización temprana, trampas cromotrópicas y la introducción de enemigos naturales específicos".

© MartinBergsma | Dreamstime

"Diseñar un programa eficaz, acompañarlo durante toda la campaña y formar al agricultor, multiplica el éxito del control biológico"
La capacidad de adaptar estrategias es, quizá, el valor más diferenciado del trabajo de Fauna Útil. Cada explotación comienza con una evaluación inicial centrada en identificar qué plagas están presentes, cómo evoluciona la fauna útil local y qué condiciones climáticas predominan. El uso de trampas cromotrópicas, trampas de feromonas o trampas pasivas permite calibrar el momento exacto de las sueltas de depredadores o parasitoides. En invernaderos, la monitorización se intensifica debido a la velocidad con la que una población puede multiplicarse. A partir de ahí, se seleccionan los organismos biológicos en función del clima. "En ambientes cálidos necesitamos especies capaces de resistir altas temperaturas y humedad, con ciclos reproductivos rápidos. En zonas templadas o frías trabajamos con biocontroladores adaptados a bajas temperaturas y reforzamos la conservación de fauna útil silvestre".

El manejo cultural del cultivo tiene un peso igual de relevante. En invernaderos, Fauna Útil promueve la instalación de islas de biodiversidad con plantas nectaríferas, fundamentales para sostener poblaciones estables de organismos beneficiosos. Ajustan ventilación, riego y humedad para favorecer tanto la salud del cultivo como la actividad de los depredadores, y valoran el uso de barreras físicas cuando el riesgo de entrada de plagas invasoras es alto. Las sueltas se realizan de forma escalonada, combinando aplicaciones preventivas tras el trasplante con refuerzos posteriores en función de los datos de monitorización. "No creemos en acciones puntuales, sino en programas dinámicos que acompañen al productor durante toda la campaña", explican. La formación es otro eje central: enseñan a los técnicos de campo a interpretar trampas, elegir densidades de suelta y adaptar el manejo según la evolución de la plaga.

© Fauna Útil

Dentro de su portafolio destacan organismos como Anaphes nitens, un parasitoide indispensable en la lucha contra ciertos escarabajos forestales, y Torymus sinensis, ampliamente utilizado para el control de la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus). También han desarrollado formulados basados en hongos antagonistas utilizados en el control de enfermedades vegetales. En hortícolas, especialmente ante la expansión de Thrips parvispinus, apoyan la integración de depredadores y ácaros específicos dentro de programas estructurados. "Nuestro producto más valioso es el conocimiento. Diseñar un programa eficaz, acompañarlo durante toda la campaña y formar al agricultor multiplica el éxito del control biológico".

"El control biológico no es una herramienta. Es una forma de entender el cultivo, una manera de trabajar que requiere conocimiento, acompañamiento y coherencia. Y cuanto antes lo asumamos como base del sistema, más preparados estaremos para los desafíos que vienen", concluyen desde la empresa gallega.

© Fauna ÚtilPara más información:
Fauna Útil
Estr. A Guarda-Tui, Km. 194 – Forcadela
36730 · Tomiño. Pontevedra
Tel.:+34 699 227 053
[email protected]
https://faunautil.com/

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