El ciclo de invierno de la producción de hortalizas tempranas en la región de Souss-Massa sigue sufriendo los efectos de las adversas condiciones meteorológicas de este verano, que han provocado una escasez de plantas resistentes y un descenso general de los volúmenes. Según Amine Amanatoullah, productor establecido en Agadir, el mercado europeo aún no ha notado el impacto de la disminución de los volúmenes gracias a la producción nacional, que ha permanecido disponible excepcionalmente tarde este año. Sin embargo, el productor cree que es probable que falte producto ya en febrero.
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Amanatoullah describe la situación en las explotaciones: "Cada productor hace lo que puede para hacer frente a la escasez de plantas. No hay una solución colectiva. La escasez de plantas resistentes esta temporada se ve agravada por la insuficiencia de soluciones de lucha biológica y por las recientes actualizaciones de las listas de productos fitosanitarios autorizados en Marruecos y Europa, que han retirado varios productos químicos eficaces. El ciclo de invierno se caracterizará, por tanto, por una disminución de los volúmenes que ya estamos viendo en el campo".
Según el productor, los principales productos afectados son los pimientos y los tomates. Y añade: "Los precios de los pimientos, especialmente de los pimientos morrones, han alcanzado niveles sin precedentes. Los precios del tomate también son altos en el mercado local marroquí, a pesar de los pequeños volúmenes exportados a Europa hasta ahora. Es solo cuestión de tiempo que la escasez de hortalizas tempranas llegue al mercado europeo y también al mercado local marroquí en febrero, y los compradores deben esperar que los precios se disparen".
La situación se ha visto agravada por las recientes inundaciones en el sur de Marruecos, en la región de Dajla. Aunque los daños solo afectan a la segmentación de los tomates, su impacto podría dejarse sentir en el mercado local marroquí, ya que estas variedades sustituyen a los tomates redondos durante los periodos de escasez, mientras que el país no importa tomates ni otras hortalizas tempranas.
Es poco probable que los problemas de producción se resuelvan en febrero, advierte Amanatoullah. Febrero, que coincide con el Ramadán, recuerda al Ramadán de 2023, cuando el gobierno marroquí impuso restricciones a las exportaciones de tomate. Según el productor, "no se puede descartar una nueva restricción en 2026. Habrá Ramadán, y justo antes se celebrará la Copa de África de fútbol entre diciembre y enero, lo que probablemente aumentará la demanda local, mientras que los volúmenes serán cortos".
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