Las autoridades eslovenas han identificado una partida de tomates proveniente de Marruecos, despachada a través de Italia, que contiene residuos de pesticidas por encima de los límites permitidos. Según documentos del Sistema de Alerta de la Comisión Europea, la situación fue reportada tras un control oficial de mercado.
Las inspecciones revelaron residuos del insecticida Clorfenapir, empleado para combatir el trips, presente a un nivel de 0,063 mg/kg – ppm. Este nivel excede seis veces su Límite Máximo de Residuos (LMR) establecido en 0,01 mg/kg – ppm.
Los informes consultados indican que las autoridades eslovenas han asegurado que este lote no ha sido distribuido en la cadena comercial del país.
Clorfenapir
El Clorfenapir es un tipo de insecticida no sistémico perteneciente al grupo de los pirroles. Su mecanismo interfiere en la producción de energía de los insectos al inhibir las mitocondrias, lo que resulta en parálisis y muerte de una amplia variedad de plagas, tales como polillas, trips y ácaros. Presenta efectividad incluso contra insectos que han desarrollado resistencia a otros pesticidas.
En caso de aplicación incorrecta, puede ocasionar daños fitotóxicos particularmente en cultivos de variedades de calabaza, sandía y crucíferas. Su ingestión puede provocar síntomas como dolor abdominal, diarrea, sudoración acompañada de fiebre, taquipnea, fallos renales, alteración de la conciencia e incluso ser letal.
Fuente: hortoinfo.es