Ecuador se destaca por la producción de rosas que llegan a más de 159 destinos. Mientras que la mayoría de la producción proviene de grandes cultivos, también representa una oportunidad para campesinos con invernaderos.
Los hermanos Pillajo se han centrado en ajustar su invernadero entre ovejas y plásticos. Han trabajado durante años en su negocio familiar: un cultivo de flores con cuatro variedades que se exportan a Norteamérica y Europa.
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En las montañas que rodean el volcán Cayambe, miles de familias del lugar han optado por el negocio de las flores, estableciendo invernaderos. "Es un emprendimiento que la mayoría de personas optó porque, como usted sabe, aquí en Ecuador no hay empleo. Por ejemplo, yo tengo una maestría y trabajo aquí porque no tengo trabajo, he tratado de conseguir, pero como no tengo. Todos en mi familia somos profesionales, pero como no tenemos optamos por tener las flores y nos va bien, la verdad", comenta Blanca Pillajo.
La situación económica favorable para pequeños productores es un fenómeno reciente. La dolarización es uno de los factores que permitió a empleados de grandes cultivos establecer sus propios invernaderos, según explica el exalcalde Diego Bonifaz. "Hay una gran producción de los campesinos que antes eran considerados los más pobres del Ecuador, que ahora les va, yo diría, bastante bien. Trabaja toda la familia y entonces pueden producir flor muy barata", señala Bonifaz.
La demanda global en crecimiento tras la pandemia y la baja de producción en Europa por altos costos energéticos han impulsado el negocio en Ecuador. Hasta hace poco, no había regulaciones en el uso de químicos en los cultivos.
Con el auge del mercado internacional, localizaciones como Tabacundo y Cayambe continuarán enfocándose en la exportación de flores.
Fuente: www.diariolibre.com
