El peróxido de hidrógeno está actualmente bajo la lupa. El peróxido de hidrógeno se utiliza contra la biopelícula en los sistemas de tuberías de los invernaderos. Pero en lugar de eliminar la biopelícula, los productores también pueden optar por crear una biopelícula estable y favorable en las propias tuberías de riego. De este modo, evitan que se forme una biopelícula negativa y no es necesario eliminar la contaminación de las tuberías y los sistemas de goteo durante la rotación de cultivos. Marco Breekweg, de Biomicrobes, explica cómo funciona y señala que esta forma de trabajar ya es habitual en Norteamérica y en otros países.
© BiomicrobesMarco Breekweg en la feria 2025 en un nuevo stand de exposición.
Problemas con el peróxido de hidrógeno
En la práctica, las discusiones sobre el uso de peróxido de hidrógeno en los sistemas de riego son cada vez más frecuentes, señala el microbiólogo. "Los productores están descubriendo que los agentes pueden ser útiles, pero que el efecto no siempre es predecible. Los informes sobre el desgaste de las tuberías, la variación del caudal de goteo y el mantenimiento adicional están haciendo que muchas empresas se replanteen su estrategia de calidad del agua. También se presta cada vez más atención al uso de oxidantes y estabilizantes. Los socios comerciales y los organismos de certificación piden con más frecuencia información sobre la dosificación y la aplicación".
Marco sabe por los productores que utilizan productos de peróxido estabilizado que la dosificación y la mezcla no siempre son óptimas en la práctica. "Esto puede provocar precipitaciones no deseadas de hierro o manganeso, especialmente cuando el pH es demasiado alto. Una limpieza demasiado agresiva también elimina los microorganismos útiles, lo que hace que las tuberías sean más susceptibles a la inestabilidad. Los productores afirman que la corrección y el control continuos llevan mucho tiempo".

Un enfoque diferente
Por eso, cada vez más empresas adoptan un enfoque diferente: crear una biopelícula estable y beneficiosa en las tuberías de riego. Para ello, utilizan Biomicrobes Drip Line, un producto de Biomicrobes que apoya esta estrategia con cepas bacterianas cuidadosamente seleccionadas que se adhieren a la pared interior de las tuberías y ayudan a formar allí una microflora equilibrada.
"Cuando Biomicrobes Drip Line se dosifica desde el inicio del ciclo de cultivo, se desarrolla una biopelícula estable que favorece el flujo y reduce la necesidad de ajustes químicos frecuentes. Las bacterias que se mueven con el agua de riego también pueden asentarse alrededor de las raíces y contribuir a un sistema microbiano más equilibrado allí".
Una buena gestión del pH sigue siendo importante
Biomicrobes Drip Line funciona exclusivamente de forma biológica y no tiene ningún efecto directo sobre los precipitados inorgánicos, subraya el experimentado microbiólogo de Bergschenhoek. "Por lo tanto, sigue siendo importante una buena gestión del pH. Si el pH es demasiado alto, puede producirse oxidación en las tuberías. Es aconsejable medir el pH tanto en el suministro como al final de las líneas".
Los productores que trabajan con Biomicrobes Drip Line afirman que sus tuberías de riego permanecen limpias durante más tiempo y requieren menos mantenimiento, indica Marco. "En muchos casos, las tuberías funcionan en un cultivo completo sin obstrucciones significativas ni variaciones en el caudal. Esto ahorra mano de obra y material y proporciona más estabilidad al sistema de riego".
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