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Francisco Niembro, de Aldea Verde, especializada en el diseño y puesta en marcha de proyectos industriales de lombricompostaje

“En algunos cultivos de alto valor, hemos visto cómo parcelas que producían 12 t/ha han pasado a producir 22-24 t”

Con más de dos décadas de experiencia en el sector, Aldea Verde se ha convertido en una de las empresas de referencia en lombricultura y compostaje industrial en América Latina. Su director, Francisco Niembro, recuerda los inicios de la compañía y la evolución de su modelo de negocio: "En 2005 queríamos ser los mayores productores de lombricomposta, pero en 2009 entendimos que no teníamos todos los residuos orgánicos disponibles para transformarlos, así que migramos hacia lo que hoy es nuestra verdadera especialidad: conceptualizar, diseñar, construir, equipar, poner en marcha y darle acompañamiento técnico a proyectos industriales de compostaje y lombricompostaje, además de reproducir lombrices a escala industrial para abastecer esos proyectos".

© Aldea VerdePilas de volteo dinámico de una planta de compostaje de bagazo de agave mezcalero y vinazas, bajo techado y con suelo estabilizado.

La empresa trabaja actualmente en México, donde concentra el 80% de su actividad, pero también ha desarrollado proyectos en Ecuador, Guatemala, República Dominicana, Colombia, Estados Unidos e Irlanda. Más recientemente, Aldea Verde prepara su primer diseño de proyecto en España, un proyecto de compostaje industrial en Vitoria-Gasteiz.

El directivo subraya que la lombricultura es más que una técnica: es una biotecnología con aplicaciones diversas. "La lombricultura se encarga de la crianza de lombrices que luego se pueden utilizar con fines ambientales, agrícolas, cosméticos o incluso con fines alimenticios. En nuestro caso, las usamos principalmente para convertir residuos orgánicos en lombricomposta".

© Aldea VerdeVista aérea de una planta de Compostaje y Lombricompostaje industrial en el norte de México

Sobre los beneficios, Niembro es claro: "El uso de la lombricomposta no es tanto por su aporte nutricional, aunque si contenga macro y micronutrientes, sino porque devuelve la salud y vida al suelo. Un suelo sano es capaz de gestionar mejor sus nutrientes y mejorar su estructura física, y aplicarle compostas o lombricompostas ayuda a descompactarlo, a mejorar su aireación, incrementar su capacidad de retención de humedad y a regenerar su microbiología. Eso es agricultura regenerativa en grado total", remarca.

El mercado que más demanda estos productos en México es el hortícola de exportación. "Entre ellos, productores de hortalizas de alto valor, como berries, uva, aguacate o coles de Bruselas, entre otros. De hecho, hemos visto cómo parcelas que producían 12 toneladas por hectárea han pasado a 22-24 toneladas después de integrar compostas y extractos líquidos. Ese tipo de resultados justifican la inversión en estos proyectos", explica.

© Aldea VerdePonencia de Lombricompostaje industrial durante el "International Vermicomposting Symposium" en Florencia, Italia, Noviembre 2023

"En México se ha popularizado la producción de lixiviados líquidos de lombriz, pero pueden ser materiales inestables e incluso contaminantes"
El director de Aldea Verde también aborda los mitos y malentendidos que rodean a la lombricultura. "Hay muchos mitos con los que solemos enfrentarnos, y es importante corregirlos para que los productores no se hagan una idea equivocada cuando se plantean comenzar un proyecto de lombricompostaje. Uno de ellos es que la lombriz pesa un gramo y come su peso al día, pero eso no es cierto: una lombriz, de las especies de uso común en explotaciones de lombricompostaje, pesa en promedio 0,3 o 0,4 gramos y consume apenas una fracción de ese peso al día. Otro mito es que todas las lombrices son 'rojas californianas', aunque esto es solo un nombre coloquial y existen diferentes especies con diferentes comportamientos, donde las más comunes para lombricompostaje son Eisenia fetida y Eisenia andrei. También es importante aclarar que en proyectos industriales no se alimenta a las lombrices con residuos crudos, sino con materiales previamente compostados durante tres o cuatro semanas. Esa fase de precompostaje, de hecho, es crucial para garantizar un producto final estable e inocuo".

© Aldea VerdeLombriz Eisenia fetida eclosionando de su cocón

Asimismo, ciertas prácticas extendidas en lombricompostaje pueden tener consecuencias a valorar. "En México se ha popularizado la producción de lixiviados líquidos de lombriz, pero pueden ser materiales inestables que pueden llegar a ser contaminantes, o incluso ser vectores de salmonella u otras afectaciones. Desde Aldea Verde preferimos producir un sólido (lombricomposta) homogéneo, bien hecho y de alta calidad, que luego se transforme en extractos líquidos seguros".

© Aldea VerdeAtendiendo visita de estudiantes de la carrera de agronomía ecológica a Aldea Verde en Querétaro, México, explicando el proceso de lombricompostaje y mostrando las lombrices que se encuentran en las camas de producción

"El compostaje y la lombricultura son herramientas que nos permiten alcanzar soluciones reales, escalables y sostenibles"
La escala de los proyectos de Aldea Verde es muy variada, desde pequeñas iniciativas educativas hasta plantas industriales de gran tamaño. "Hemos diseñado lombricarios para escuelas, donde los niños trabajan con pequeñas cajas y unas cuantas lombrices, y también hemos participado en dos de los proyectos más grandes de lombricompostaje industrial del mundo, ambos en México. Todo depende de los residuos disponibles, porque un proyecto vive de los insumos: sin residuos orgánicos constantes y suficientes, no puede funcionar", subraya.

© Aldea VerdeMomento de la siembra inicial de lombrices en un nuevo proyecto de lombricompostaje industrial en Baja California, México

La visión de Aldea Verde es también pedagógica. "Siempre hemos querido compartir, exponer lo que hacemos y lo que se puede hacer. No se trata solo de vender servicios o equipos, sino de ser agentes de cambio. Los suelos tardaron millones de años en formarse, y no se regeneran de un día para otro. El lombricompostaje no es magia, es paciencia y conocimiento aplicado".

Con proyectos en marcha a ambos lados del Atlántico, Francisco Niembro se muestra optimista respecto al futuro de esta práctica. "El desgaste de los suelos y la crisis de residuos orgánicos son problemas globales. El compostaje y la lombricultura son herramientas que nos permiten enfrentarlos con soluciones reales, escalables y sostenibles. Por eso, más que una técnica, hablamos de un compromiso con la agricultura regenerativa y con el planeta".

Para más información:
Aldea Verde
El Jacal #23
Colonia La Granja
Querétaro, México
https://www.aldeaverde.org.mx/