Las propiedades del jitomate y su versatilidad culinaria impulsaron su producción en las últimas décadas. En 2023, se alcanzaron aproximadamente 192 millones de toneladas a nivel mundial, según la FAO.
El nitrógeno es esencial para las proteínas, enzimas y la fotosíntesis en los jitomates. Sin suficiente nitrógeno, las plantas presentan un crecimiento pobre y menos producción de frutos. En cambio, el exceso de nitrógeno provoca un desarrollo excesivo de hojas y menor cuajada de frutos.
Ava Forystek y Jacob Belding, estudiantes de doctorado en la Universidad de Cornell, EE. UU., han desarrollado una planta de jitomate "inteligente" genéticamente modificada que cambia de color según los niveles de nitrógeno. La planta muestra un pigmento rojo brillante cuando hay carencia de nutrientes, alertando a los agricultores sobre la necesidad de fertilización.
Esta tecnología, denominada RedAlert Living Sensors, permite intervenciones tempranas en el cultivo sin esperar señales visuales clásicas como amarilleo. Un mecanismo natural en las plantas, que detecta el nitrógeno en las raíces, activa la respuesta de cambio de color.
Las tonalidades de rojo indican la gravedad de la deficiencia, proporcionando un sistema visual sencillo para evaluar la salud del cultivo. Belding afirma: "Estamos transformando una señal de las raíces —donde la planta detecta primero la deficiencia de nitrógeno— en un color visible".
Este proyecto es finalista en el Concurso de Inventores Universitarios del Salón Nacional de la Fama, con potencial para impulsar prácticas agrícolas sostenibles al reducir el uso excesivo de fertilizantes.
El jitomate es el segundo cultivo agrícola más cultivado, después del maíz, cubriendo el 16% de la superficie agrícola mundial. Desde 1961, su producción creció de 28 a 192 millones de toneladas en 2023. China lidera con 67 millones de toneladas, seguido por India con 20 millones, Turquía con 13 millones, y Estados Unidos con 12 millones.
México produce 3,6 millones de toneladas anuales, siendo el noveno mayor productor y principal exportador. Aproximadamente el 56% de su producción se exporta, principalmente a Estados Unidos.
Forystek explica esta innovación mediante una analogía: "Nos gusta usar la analogía de un perro que gime cuando tiene hambre. Sería absurdo esperar a sentir sus costillas para alimentarlo". Este enfoque ofrece un método intuitivo para comprender las necesidades nutricionales de las plantas en tiempo real, y podría convertir a las "plantas sensoras" en una herramienta esencial para el futuro de la agricultura.
Fuente: meteored.mx
