Investigadores de James Hutton Scientific Services han conseguido financiación durante cinco años para seguir desarrollando grosellas negras adecuadas para el mercado de fruta fresca, en colaboración con Winterwood Farms Ltd.
Aunque las grosellas negras son conocidas por su alto contenido en vitamina C y sus propiedades antioxidantes, se cultivan principalmente para la transformación y rara vez se venden como fruta fresca en los supermercados del Reino Unido. El objetivo de la nueva investigación es obtener variedades de grosella negra más atractivas para el consumo en fresco, mejorando su sabor, vida útil y eficacia de recolección.
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El proyecto se centrará en características claves como el tamaño de la fruta, los niveles de azúcar y unos racimos más largos y visualmente más atractivos, adecuados para su presentación en las tiendas. Además de potenciar el sabor y la calidad, el trabajo de selección pretende mejorar la resistencia del cultivo reduciendo la necesidad de insumos químicos y adaptando la fruta a las cambiantes condiciones meteorológicas mediante rasgos como la menor necesidad de frío invernal y la mayor resistencia a plagas y enfermedades.
La Dra. Amanda Moura, obtentora especializada en grosellas negras en Hutton, declara: "Queremos que los consumidores encuentren grosellas negras en los estantes de los supermercados como una opción fresca y saludable, y al mismo tiempo asegurarnos de que el cultivo siga siendo resistente para la agricultura futura. Se trata de un trabajo ambicioso, ya que estamos redefiniendo casi por completo la genética de la grosella negra. Exige dedicación, tiempo y quizá un poco de suerte. Este proyecto comenzó hace casi 20 años, y ahora todos sentimos que por fin estamos más cerca".
Steve Taylor, director gerente de Winterwood Farms Ltd, señala que la mayoría de las variedades existentes son demasiado ácidas para el consumo en fresco. "Aunque existen muchas variedades de grosella negra en todo el mundo, ninguna de ellas es lo suficientemente dulce como para consumirse del mismo modo que, por ejemplo, las frambuesas y los arándanos. Desde el punto de vista puramente sanitario, las grosellas negras tienen potencial para ser un superalimento, sobre todo si fueran lo bastante dulces para tomarlas como tentempié, en lugar de limitarse a cocinar con ellas o mezclarlas con otras frutas".
Los ensayos de las nuevas selecciones se llevarán a cabo en las instalaciones de Winterwood Farms para garantizar que las variedades satisfagan tanto las necesidades comerciales como las de los consumidores.
El programa de mejora genética de frutos rojos de Huttons apoya al sector frutícola escocés en general, desde los productores hasta los retailers, mediante el desarrollo de variedades de mayor rendimiento y menor impacto medioambiental. Mediante la mejora asistida por marcadores y la selección genética, los investigadores pretenden producir nuevas variedades de forma más eficiente, abordando al mismo tiempo cuestiones como el control de plagas, la reducción del uso de plaguicidas y la resistencia al cambio climático.
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Joyce Reid
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