Idear y desarrollar nuevas técnicas es emocionante, pero los productores solo podrán beneficiarse de ellas en la práctica con una correcta aplicación. La inauguración de Hortivec, un centro de demostraciones, reuniones y experiencias de tecnología agrícola y hortícola en Sint-Katelijne-Waver (Bélgica), giró en torno a la aplicación práctica de nuevas técnicas. Frits van Evert, de la Wageningen University & Research, también habló de ello en su ponencia "Robots agrícolas: De la idea a la práctica".
© Thijmen Tiersma | HortiDaily.es
Discurso de Frits van Evert durante la inauguración de Hortivec
Frits habló de los resultados del proyecto Rob4Crops. El veterano investigador en agricultura de precisión considera que las nuevas tecnologías desempeñan un papel importante a la hora de afrontar retos en ámbitos como el clima o la protección de cultivos. Cada vez hay más desafíos, pero el número de robots en el campo sigue siendo escaso. Por eso hace unos años se puso en marcha el proyecto Rob4Crops, cuyo objetivo es identificar los factores que obstaculizan el avance de los robots en la práctica.
Sensores y software
En el marco del proyecto se han llevado a cabo cuatro proyectos piloto a gran escala. Frits habló de ellos el jueves por la mañana y mostró algunos vídeos informativos. Estos ensayos han puesto de manifiesto los retos que supone la puesta en práctica de los robots. Por ejemplo, hacen falta unos buenos sensores para que los robots puedan moverse bien por el campo. "Un robot por sí solo no basta", argumenta Frits. Además de los sensores, también resulta crucial un buen software de control.
Las pruebas piloto se han llevado a cabo en campos de uva en Francia, de manzana en España, de uva en Grecia, y de remolacha azucarera en los Países Bajos. En todos los casos se ha recurrido a los robots para abordar problemas relacionados con la protección de cultivos.
Aprendiendo en la práctica
Los mejores resultados se lograron en Francia. De hecho, las desbrozadoras mecánicas que se probaron allí están ya usándose en campos de uva comerciales, permitiendo evitar o limitar el uso de herbicidas. También se espera una aplicación práctica exitosa del proyecto piloto en España, donde se probó un tractor con un pulverizador de precisión. El principal escollo, que era lograr un manejo correcto con una señal GPS inestable, se ha resuelto mediante técnicas adicionales, como Lidar.
En Grecia, la combinación de tractor y pulverizador no resultó ideal para las condiciones locales, ya que el pulverizador pesaba demasiado. Por ello, se cambió el enfoque para facilitar el desarrollo de la conducción autónoma del tractor.
En los Países Bajos, Smart Agri Technology participó en el proyecto piloto con remolacha azucarera. El objetivo era eliminar las malas hierbas en dicho cultivo, pero tras el proyecto, los productores no quedaron muy convencidos. La aplicación no llegó a llevarse a la práctica. Sin embargo, Smart Agri Technology sí logró trasladar sus esfuerzos al desarrollo de protección de cultivos de precisión, y ahora tienen un pulverizador localizado en el mercado.
"No hay una receta que funcione siempre", reconoció Frits después de tres cuartos de hora llenos de ejemplos prácticos. Lograr el uso comercial de alguna nueva técnica sigue suponiendo un reto. Sin embargo, los asistentes aprendieron mucho de la experiencia con estos ensayos realizados en campo abierto, tras lo cual tuvieron ocasión de familiarizarse con varias empresas que también están poniendo en práctica nuevas técnicas durante una visita a los invernaderos y campos de Sint-Katelijne-Waver en el marco de la inauguración de Hortivec.
Hay varios vídeos sobre el proyecto Rob4Crops, incluidos los de los proyectos piloto sobre los que se habló el jueves.