"¿Por qué seguir importando coliflor de Estados Unidos si podemos ofrecerla aquí, fresca y local, a un tercio del precio?", se pregunta en voz alta Rakesh Jhagroe, un agricultor surinamés con una visión clara del futuro. "La produzco en suelo surinamés y la vendo a solo 90 SRD (unos 2 euros) por unidad. Es un precio justo: el agricultor gana lo suficiente para vivir y, al mismo tiempo, los supermercados y consumidores obtienen una alternativa mucho más económica frente al modelo de importación actual. Pero aún hay retos: el sector retail exige un suministro continuo y un nivel de calidad internacional".
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Rakesh Jhagroe.
Jhagroe tiene una misión firme: sustituir las importaciones hortícolas con cultivos locales de productos que hoy recorren medio mundo antes de llegar a los estantes. Supermercados como Choi's y Tulip ya han mostrado interés. Si Jhagroe logra garantizar la continuidad del abastecimiento, están dispuestos a reducir significativamente sus compras en el extranjero.
Cambios en el paladar
La demanda de hortalizas como la coliflor, el brócoli y los pepinos "holandeses" ha aumentado de forma notable en los últimos años. Parte de esta demanda proviene de surinameses que regresan tras haber vivido fuera, pero también influye la presencia creciente de expatriados vinculados al sector del petróleo y el gas. "Buscan sabores que les resulten familiares", explica Jhagroe. "Y yo quiero ofrecérselos: frescos, locales y a buen precio".
Cultivar coliflor en clima tropical no es tarea fácil. Por ahora, Jhagroe trabaja al aire libre, pero ya inició gestiones para importar un invernadero desde China. En el proceso cuenta con la asesoría del productor holandés Bas Slagter. "Estamos probando distintas variedades para ver cuáles resisten mejor la temporada de lluvias", comenta. "Algunas simplemente se pudren cuando hay demasiada humedad".
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Rumbo a la certificación internacional
Para colocar su coliflor en los supermercados, Jhagroe trabaja en obtener la certificación GlobalG.A.P., un sello internacional que exige altos estándares de seguridad alimentaria y sostenibilidad. "Tengo que reorganizar todo el terreno, pero vale la pena", asegura con determinación. Su meta es estar certificado a principios del próximo año. A partir de entonces, espera poder fijar precios por contrato para períodos de tres meses, lo que brindaría estabilidad a sus clientes incluso si el tipo de cambio del dólar —y con él, los costos de fertilizantes y otros insumos— sufre variaciones.
Citronela: el as bajo la manga
Aunque la coliflor es su cultivo estrella, Jhagroe no pone todos los huevos en la misma canasta. También apuesta por la citronela, una planta versátil y resistente. "Es fácil de cultivar, se cosecha cada tres meses y siempre hay demanda", señala. La citronela se usa tanto como condimento en la cocina como para preparar infusiones. En la gastronomía surinamesa, es un ingrediente que nunca pasa de moda.
Para más información:
Rakesh Jhagroe
Kashmirstraat 82
Paramaribo (Surinam)
Tel.: +597 863-7282
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